Con total sinceridad, el director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alejandro Werner, expresó su preocupación sobre la conciencia de los países latinoamericanos sobre la profundidad y el impacto fiscal que tendrá la pandemia del coronavirus. "Hemos visto poco reconocimiento de algunos países de la región de las necesidades que van a tener en el futuro", afirmó.
Desde su casa en Washington, Werner participó del webinar "Perspectivas globales y regionales del FMI en tiempos de Covid", organizado por la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile (FEN), en el que explicó que como respuesta a la crisis, el FMI ha disponibilizado líneas de emergencia que corresponden a financiamiento sin condicionalidad para gastos en las próximas semanas o meses.
Sin embargo, advirtió que "no son programas del tamaño que los países necesitan para sostener el nivel de gasto y la expansión de gasto para hacerle frente a esta crisis más allá de un período relativamente corto", afirmando que "claramente viendo la ampliación de los déficit fiscales, tomando en cuenta una política fiscal deseable, muchos países de la región van a necesitar financiamiento de un múltiplo de lo que obtuvieron de esta línea de emergencia".
Si bien Werner defendió que es tiempo de una respuesta fiscal robusta y que "es el momento de pensar en la expansión", advirtió que "lo más importante en este momento es que sean programas fiscales transitorios", ya que luego de la crisis financiera global, gran parte del estímulo que se puso "supuestamente de manera transitoria fue difícil de revertir", dijo el experto.
Además, destacó que es fundamental ahora centrarse en el apoyo a las familias y "no entrar a un debate de la reforma fiscal que vamos a tener que hacer en el futuro para llegar a la estabilidad". A su juicio, el debate tributario en la región deberá posponerse uno o dos años para primero garantizar sostenibilidad de las finanzas públicas y luego atender temas de "eficiencia económica, de necesidad de recaudación y de equidad o progresividad del sistema fiscal".
"Primero es emergencia, luego es recuperación y luego es resolver la solvencia, sobre todo si tienes la credibilidad y un marco fiscal bajo el cual la población y los inversionistas saben que eventualmente se va a llevar a acabo esta discusión y básicamente el país va a regresar a la situación de solvencia", afirmó.
El experto del FMI también advirtió que luego de la crisis "vamos a ver mayores reestructuras de deudas", ya que si bien ahora destacan los casos de Argentina y Ecuador, "alrededor del mundo lo que eran situaciones de deuda sostenibles dentro de un año y medio ya no lo van a ser", ya que una consecuencia de la pandemia serán los altos niveles de deuda y crecimiento más afectado.
El expresidente del Banco Central y decano de la FEN, José De Gregorio, destacó que "la virtud que tiene Chile de muchos años de seriedad fiscal es que precisamente puede hacer las políticas correctas, que corresponden, sin tener que estar mirando si las financia o no. Obviamente esto no significa que uno financia políticas ilimitadas porque eso es insostenible". Además, alertó que "muchos países de la región no van a tener ingresos, no van a tener capacidad de endeudamiento para los niveles de expansión fiscal que se necesita".
Conflicto social
El alto funcionario del Fondo advirtió respecto a las crisis sociales que estallaron en varios países de la región el año pasado, entre ellos Chile, que en este momento "los temas de tensiones sociales se calmaron y le han permitido a las autoridades cierto espacio para implementar su respuesta de política económica, que además va en dirección de más apoyos para aquellos sectores que se percibían menos beneficiados por los esquemas fiscales, de seguridad social".
Sin embargo, advirtió que "probablemente los problemas sociales que dieron origen a esas tensiones sociales se van a empeorar saliendo de esta crisis", ya que a su juicio, las respuestas de política ante la crisis, como de salud pública como de política económica van a ser cuestionadas, y "probablemente en algunos lugares los gobiernos vayan a ser ampliamente criticados por lo que se hizo durante la pandemia".
"Probablemente vamos a salir con una situación social más debilitada, una situación económica más compleja, una situación política más frágil, en un contexto regional en el cual tenemos tensiones sociales como las que se vieron en Chile la segunda mitad del año pasado y en otros países de la región. Entonces, claramente el entorno para la implementación de políticas públicas y económicas en el año 2021 o 2022 probablemente vaya a ser muy complicado", concluyó.