Crecimiento del PIB de EEUU se acelera al cierre de 2021 a pesar de la expansión de ómicron
En el tercer trimestre la mayor economía del mundo creció un 6,9%, ampliamente por sobre el 2,3% del período previo y del 5,5% que había anticipado el mercado. El año pasado el país se expandió un 5,7%.
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Un desempeño mucho mejor al esperado registró la economía de Estados Unidos al cierre de 2021. Pese a que la rápida expansión de la variante ómicron de Covid-19 frenó la contratación en el país e impuso aún más trabas a la cadena de suministro, el Producto Interno Bruto (PIB) logró crecer un 6,9% en el último trimestre del año.
La Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio también precisó que el año recién pasado el PIB se expandió un 5,7%, lo que contrasta con la contracción de 3,4% que experimentó la economía en 2020, el año de la irrupción de la pandemia.
El dato del período octubre-diciembre es ampliamente superior al 2,3% que había alcanzado la actividad entre julio y septiembre, y también supera las expectativas del mercado, que había anticipado un alza de 5,5% en los últimos tres meses del año.
¿Qué llevó a este repunte del PIB mayor al esperado? Principalmente los aumentos en la inversión en inventarios privados, las exportaciones, los gastos de consumo personal y la inversión fija no residencial, precisó la entidad en un comunicado.
Andrew Hunter, economista senior para EEUU de Capital Economics, escribió tras conocerse el informe que el aumento masivo de los inventarios se revertirá, al menos en parte, en el primer trimestre del año que recién comienza. "La ola de ómicron significa que la economía está comenzando 2022 con una base mucho más débil y esperamos que el crecimiento también decepcione durante el resto de este año", alertó.
La consultora británica estima que el crecimiento del PIB se desacelere "bruscamente" en el primer trimestre, y advierte que el alza de la economía podría ser incluso más débil que el 1,5% que habían previsto inicialmente. A juicio de Hunter, la economía "cerca de su potencial y la política fiscal y monetaria siendo más estricta", confirman su proyección de que la actividad crecerá un 2,7% este año, por debajo del consenso.
Kathy Bostjancic, economista financiera jefa para EEUU de Oxford Economics, y Lydia Boussour, economista principal para el país de la firma, alertan que "debajo del titular del PIB, el traspaso a 2022 es débil". Anticipan que con el gasto de los consumidores reduciéndose y con ómicron "frenando la actividad económica", el primer trimestre el Producto crecería solo un 1,3%.
Para el año en su conjunto la consultora prevé un alza de 3,7%, pero anticipa que "los riesgos se inclinan a la baja, dada una situación de salud no resuelta, un lastre fiscal creciente y una Reserva Federal más agresiva".
El FMI también recortó en 1,2 puntos porcentuales su proyección para la mayor economía del mundo esta semana, pero estima que el crecimiento del PIB sería de 4% este año. El prestamista internacional atribuye este menor desempeño al retiro anticipado del estímulo monetario, a las continuas interrupciones a la cadena de suministro y a que el plan fiscal Build Back Better ya no se contempla en el escenario base.
Inflación en la mira
El repunte del PIB llega de la mano de una alta inflación que está poniendo a prueba a las autoridades económicas de EEUU. Los precios pagados por los consumidores llegaron a su máximo en casi 40 años al cierre de 2021, con un IPC que subió un 7% en doce meses al cierre del año, algo inédito desde junio de 1982.
La Fed volvió a dar señales ayer de que en marzo comenzaría a subir la tasa de interés, lo que significaría el primer aumento desde 2018. El mercado anticipa cuatro ajustes durante este año, partiendo con uno de 0,25 puntos base el mes subsiguiente.
El banco central recordó ayer que "el rumbo de la economía sigue dependiendo del curso del virus". Aunque los expertos prevén que el avance del proceso de vacunación y la relajación de las restricciones sobre la cadena de suministro respalden un mejor desempeño de la actividad económica, del empleo y una reducción de la inflación, advierten que "persisten los riesgos para las perspectivas económicas, incluso de nuevas variantes del virus".