Los nuevos yacimientos de petróleo
descubiertos por Brasil en el océano Atlántico pueden generar
ingresos por entre US$200.000 millones y US$500.000 millones, según la
previsión hecha hoy por el ministro de Hacienda, Guido Mantega.
"Me gustaría ser ese afortunado que va a recibir toda esa riqueza
mineral", afirmó el ministro en una entrevista a una red de radios
públicas y privadas y al hacer el cálculo de la riqueza que, en su
opinión, podrá ser utilizada por futuros Gobiernos "en beneficio de
la población brasileña".
El valor calculado por Mántega está entre las actuales reservas
internacionales del país, de US$200.000 millones, y cerca de
la mitad del Producto Interior Bruto (PIB) brasileño el año pasado,
que llegó a US$963.000 millones.
Mántega, que forma parte de una comisión creada por el Gobierno
para estudiar cómo se explotarán los gigantescos yacimientos, dijo
que también tendrá que ser decidido en los próximos meses el destino
de las riquezas generadas debido a que el ingreso de tantos recursos
al país puede afectar negativamente la economía, ya que presionaría
la inflación y apreciaría exageradamente el real frente al dólar.
Agregó que parte de los recursos procedentes por las
exportaciones del petróleo descubierto por debajo de una capa de sal
de dos kilómetros de espesor y en aguas profundas en el océano
Atlántico serán mantenidos en el exterior para reducir su impacto
sobre la economía.
Dijo que los ingresos podrán ser utilizados en inversiones en
salud y educación y en el pago de la deuda exterior, así como en la
creación de un Fondo Soberano que le permite a Brasil mantener esos
recursos en el exterior, aumentar sus reservas internacionales y
realizar inversiones fuera del país.
"Brasil va a aumentar sus exportaciones y no va a colocar dentro
del país todos los dólares de la venta de ese petróleo. En caso
contrario estará generando una inflación muy fuerte y una excesiva
apreciación de la moneda brasileña", afirmó.
Explicó que una fuerte entrada de divisas al país, además de
presionar la inflación, puede provocar la llamada "enfermedad
holandesa", como los economistas bautizaron al fenómeno sufrido por
Holanda en la década del sesenta.
Dicho país también se benefició por un fuerte aumento de sus
ingresos por exportaciones de hidrocarburos, lo que apreció
fuertemente el florín, pero al mismo tiempo desincentivó las
exportaciones de otros productos por falta de competitividad.
Según el ministro, Brasil ya ha conseguido aumentar y
diversificar sus exportaciones, que sumaron 60.000 millones de
dólares en 2002 y este año pueden ubicarse en US$190.000 millones.
"Brasil va a hacer como otros países ya hicieron y no va a
colocar dentro del país todos los dólares que obtenga (con la
exportación del petróleo descubierto)", afirmó.
Las exploraciones realizadas por la petrolera brasileña Petrobras
en asociación con otras compañías confirmaron la existencia de una
nueva provincia petrolera más allá de una capa de sal y a unos 7.000
metros de profundidad desde la superficie del océano Atlántico.
Pese a que las evaluaciones con los pozos exploratorios no han
sido concluidas, el Gobierno calcula que las reservas pueden
contener entre 80.000 y 100.000 millones de barriles de reservas
probables.
Petrobras apenas ha divulgado previsiones sobre uno de los
yacimientos, conocido como Tupí, en el que se calcula que hay entre
5.000 y 8.000 millones de barriles.
Tras el descubrimiento de esas reservas el Gobierno ha admitido
que estudia reformar la legislación sobre el petróleo para aumentar
los beneficios del Estado sobre estas riquezas.
Actualmente, el Gobierno ofrece concesiones a empresas públicas y
privadas para la exploración y explotación de diferentes áreas a
cambio del pago de unos derechos y de las respectivas regalías.
El nuevo modelo en discusión prevé que el Estado será propietario
directo de las reservas y que contratará prestadoras de servicios
para que las extraigan.