El Banco Central Europeo
(BCE) bajará mañana los tipos de interés en la zona del euro,
actualmente en el 3,25%, para paliar los efectos de la
recesión económica mundial.
Este es el resultado que aventuran los mercados financieros y
expertos en política monetaria de la reunión que celebrará este
jueves en Bruselas el Consejo de Gobierno del BCE.
Los analistas dan por segura una rebaja de 50 puntos básicos, lo
que dejaría los tipos rectores en el 2,75%, aunque
consideran que el BCE tiene suficiente margen de maniobra para
aplicar un recorte de 75 e incluso 100 puntos básicos.
Algunos expertos como Carl Weinberg, economista jefe de High
Frequency Economic, aboga por un recorte de 150 puntos básicos.
De confirmarse el recorte, por mínimo que sea, sería el tercero
que aplica el BCE de forma consecutiva desde el estallido de la
crisis financiera desatada por la quiebra de Lehman Brothers a
mediados de septiembre.
El primero se produjo el 8 de octubre en una acción coordinada,
la primera de la historia, de los principales bancos emisores del
mundo, entre ellos la Reserva Federal de EE.UU. y los bancos centrales
de Inglaterra, Suiza, Suecia y Canadá. A la medida se sumó el banco
de China, pero no el de Japón.
La segunda bajada tuvo lugar un mes después, el 8 de noviembre,
tal y como anunció días antes el presidente del BCE, Jean-Claude
Trichet, en un almuerzo con empresarios españoles en Madrid.
El inusual anuncio se materializó en un rebaja del precio del
dinero de 50 puntos básicos, gesto que no convenció por pingüe a los
mercados, ávidos de liquidez y lastrados por los primeros datos que
confirmaban los daños de la crisis financiera en la economía real.
Trichet se adelantó a la frustración de los agentes financieros
-el Banco de Inglaterra redujo ese mismo día sus tipos en 150 puntos
básicos- dejando entrever que en diciembre habría un nuevo recorte.
"El BCE ha actuado siempre con mucha cautela y nada hace indicar
que en esta ocasión vaya a abandonar su curso para hacer realidad
las fantasías de los mercados", declaró el experto en divisas del
banco Warburg & Co, Volker Weber.
Desde la introducción del euro en 1999 el BCE no ha realizado
nunca reducciones de más de 50 puntos básicos.
Para analistas como Dieter Wermuth, de la firma Wermuth Asset
Managmement, el BCE debería en esta ocasión saltarse la norma e ir
allá, porque las circunstancias son excepcionales y porque a
diferencia de otras grandes entidades monetarias, el banco tiene
mucho margen para aplicar una política monetaria expansiva.
En Estados Unidos, la tasa de interés está en el 1% -el
nivel más bajo desde junio de 2004-, mientras en Japón el precio del
dinero es del 0,3%.
No es previsible y según los expertos tampoco aconsejable que el
BCE renuncie con brusquedad a un control monetario efectivo en la
zona del euro, pero hay consenso en que el banco europeo introducirá
laxitud a su política monetaria a medio plazo.
En una encuesta realizada por la agencia económica Dow Jones
entre 46 entidades de crédito, 38 aventuraron que los tipos rectores
en la zona del euro rondarán el 2% dentro de seis meses y
casi todos apostaron a que a finales de 2009 estarán incluso por
debajo.
Los argumentos a favor de esos pronósticos se basan en las
estimaciones inflacionarias y de crecimiento económico para 2009.
La inflación en la zona del euro registró en noviembre una fuerte
caída hasta el 2,1% en tasa interanual, desde el 3,2% de octubre y el 4% en verano, según Eurostat.
Este descenso notorio de la inflación, en el que algunos
analistas comienzan a ver amenazas de deflación se debió, sobre
todo, a la bajada de los precios del petróleo, un 8% desde
los máximos alcanzados en julio.
Para 2009 y 2010, los economistas prevén una inflación del 1,5%, 0,4 puntos por debajo de lo calculado anteriormente.
Respecto al crecimiento económico en la zona del euro, las
previsiones apuntan una reactivación del 1% este año y
sólo del 0,7% en 2009.
El Consejo de Gobierno del BCE dará a conocer en Bruselas los
pronósticos de crecimiento e inflación de la entidad para 2009.