El ministro alemán de Economía, Michael
Glos, advirtió hoy de que la crisis del sector automotriz puede
afectar "muy pronto" al mercado laboral, tras reunirse con
representantes de productores, distribuidores y vendedores de la
industria.
"Es de temer que la crisis se haga sentir muy pronto para los
empleados", indicó Glos, quien calificó de "preocupante" la
situación del sector automotriz.
Sin embargo, indicó que no se han fijado nuevas medidas
específicas, más allá de los planes económicos anunciados por el
Gobierno de la canciller Angela Merkel.
Según dijo, debe esperarse a conocer la efectividad de los
programas de ayudas puestos en marcha.
Mientras el Gobierno y los ejecutivos de varios estados federados
buscan fórmulas para ayudar al fabricante de automóviles Opel, los
planes de Merkel no contemplan medidas aplicables a sectores
concretos, algo que ha despertado críticas entre el estamento
político y el económico.
La apuesta del Ejecutivo para que Alemania capee el temporal
financiero internacional pasan por un programa dirigido a fomentar
las inversiones públicas y privadas -con algunos incentivos
fiscales- dotado de 32.000 millones de euros.
El Gobierno espera que el programa movilice inversiones de 50.000 millones de euros (poco más de US$63.000 millones), entre programas estatales y actividades de
la empresa privada.
Merkel ya anunció en octubre un plan de rescate para el sector
bancario que contempla avales públicos por valor de 400.000 millones
de euros (casi US$505.000 millones) destinados a incentivar los créditos interbancarios y la
compra de paquetes accionariales de la banca privada por un total de
80.000 millones de euros (unos US$101.000 millones) para reforzar el capital de los institutos.
El Estado se reserva además otros 20.000 millones de euros (US$25.000 millones) para
el caso de que parte de los avales tenga que aplicarse.
Tanto Glos como el ministro Finanzas, Peer Steinbrück, han
rechazado sucesivamente que se vayan a conceder ayudas
gubernamentales generalizadas para la industria del automóvil ante
la crisis.
"No tiene sentido hacer un programa general coyuntural de ayuda a
la industria del automóvil. El Estado no puede suplir la capacidad
de compra privada y tampoco es responsable de los errores de la
industria", afirmó Steinbrück.