El presidente del tradicional partido político venezolano Copei, Roberto Enríquez, se encuentra desde la noche del miércoles en la residencia del embajador de Chile en Caracas en carácter de "huésped". El hecho se produjo luego de que un tribunal militar de la nación emitiera una orden de captura en su contra por presuntamente estar involucrado en un intento de golpe de Estado contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
En entrevista con Diario Financiero, Rogelio Díaz, dirigente nacional y vicepresidente de Comunicaciones de esa colectividad, aseguró que el caso contra el líder opositor es una muestra más de que Venezuela atraviesa un régimen dictatorial en el que se persigue a ciudadanos que piensan diferente.
Díaz agradeció al gobierno de Michelle Bachelet por abrirle las puertas a Enríquez, en una muestra de solidaridad de un país hermano ante la persecución política de la que es víctima.
- ¿En qué situación está actualmente Roberto Enríquez? ¿Pedirá asilo político o permanecerá en calidad de "huésped"?
- Aún en este momento se está evaluando el tema del asilo, que obviamente es una posibilidad y además entiendo que el canciller chileno se mostró dispuesto a otorgarlo. Lo primero es tener acceso al expediente por el cual está siendo investigado que, por ahora, es de carácter reservado. Así será más fácil determinar qué hacer en los próximos días. Por ahora seguirá en calidad de huésped, que es el primer paso.
- ¿Cuánto tiempo podría tardar ese proceso?
- No hay plazo estipulado, pero vale la pena recordar que el gobierno decretó toda una semana de días feriados por Semana Santa y, por ende, los tribunales no van a trabajar. Eso va a hacer más complicado el acceso al expediente, pero se intentará lograr hacer el proceso antes de los días libres. Si no, será la semana después.
- ¿Por qué considerar Chile y no algún otro país que se haya pronunciado en contra lo que está ocurriendo en Venezuela?
- Chile, porque entendemos que es un país que sabe lo que es vivir en dictadura. Que sabe lo necesaria que es la solidaridad de los países hermanos cuando un pueblo es oprimido por una dictadura. Además, porque Roberto es vicepresidente de la Organización Demócrata Cristiana de América y, si algo ha marcado la historia chilena, es la Democracia Cristiana.
- Es, sin duda, un caso de persecución política y creo que el gobierno de Chile lo está viendo así. Lo están viendo desde ya como una medida humanitaria tomando en cuenta que en Venezuela no hay separación de poderes ni una justicia real; aquí se persigue a quien piensa diferente. Las declaraciones más recientes de Diosdado Cabello (vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela) demuestran claramente que es una absoluta persecución.
- ¿Por qué lo dice?
- Esto es algo que viene ocurriendo desde que Roberto (Enríquez) firmó un acuerdo de transición hace dos años. La mejor prueba es que lo firmó Leopoldo López y está preso. Lo firmó el Alcalde Metropolitano, Antonio Ledezma, y está preso. Lo firmó María Corina Machado y, además de perseguida, ha sido inhabilitada. Roberto lo suscribió como representante de Copei y eso ha generado, desde hace dos años, un ensañamiento brutal en contra del partido. Además, hemos pasado por siete sentencias del Tribunal Supremo de Justicia, tenemos colectivos armados que han tomado nuestras sedes en la capital, decenas de dirigentes han sido perseguidos y citados en la Fiscalía; esta es la última etapa de la dictadura construida contra Copei. Hoy se acusa a nuestro presidente de delitos tan graves como traición a la patria, instigación a la rebelión y otros tantos, que la sumatoria de todos suman más de 120 años.
- ¿Cómo cree que pueda repercutir este nuevo episodio internacionalmente para el gobierno de Nicolás Maduro?
- El mundo abrió los ojos. El mundo sabe que en Venezuela hay dictadura, el mundo sabe que no hay separación de poderes. Ya todos saben que aquí se mete preso a quien piensa diferente y que las instituciones están secuestradas. El TSJ lo demostró muy bien cuando actuó contra la Asamblea Nacional que eligieron 14 millones de venezolanos. Es indefendible lo que ocurre en Venezuela. Los argumentos cada vez tienen menos peso y lo demuestran con hechos. En vez de estar gastando millones en alimentos y medicinas, lo gastan en bombas lacrimógenas y balas de goma.
- ¿Qué acciones tomará el partido en ausencia de Roberto Enríquez para recuperar espacios políticos, especialmente cuando no tienen representación parlamentaria?
- Lo más importante es seguir luchando, seguir trabajando. Esto lejos de amilanarnos, nos hace entender la importancia que tenemos en la política venezolana. El hecho de que se quiera acabar con un partido tradicional dice mucho. La dictadura lo sabe y seguiremos trabajando sobre eso. Estoy convencido de que el fin de esto está cerca. Sabemos que los exiliados, los que han salido para no caer presos y los que han salido buscando mejores oportunidades, pronto lograrán regresar a construir el país.