Después de haber registrado sus mejores seis meses en casi once años entre abril y septiembre, la economía de Estados Unidos se desaceleró notoriamente en los últimos tres meses del año al crecer 2,2%, lo que se compara con el salto de 5% del trimestre previo. Los datos más recientes indican que el frenazo se extendió a 2015. De hecho, desde enero, virtualmente todos los sectores de la economía han sorprendido a la baja, siendo el mercado laboral casi la única excepción.
Sin embargo, los analistas esperan que la actividad repunte a partir del segundo trimestre, justo en momentos en que la Reserva Federal empezaría a considerar un alza en las tasas.
El consumo, que representa casi 70% de la economía, se contrajo en los tres meses a febrero, la peor racha desde abril-junio de 2012. El gasto empresarial en bienes de capital excluyendo defensa y aviones acumula seis meses de retrocesos, el desempeño más débil desde 2012. El rubro manufacturero se ha ralentizado desde noviembre y en marzo anotó su mínimo desde mayo de 2013. En tanto, el gasto en construcción se encogió en enero y febrero.
En una nota a clientes, Aneta Markowska, economista jefa para Estados Unidos de Société Générale, mencionó cuatro factores que explicarían el menor dinamismo: las severas condiciones meteorológicas durante el invierno boreal, los bajos precios del petróleo, la apreciación del dólar y la disputa laboral en los puertos de la costa oeste.
Duro invierno
La analista está convencida de que el mal tiempo jugó un rol significativo en la moderación de la actividad. "Según nuestras mediciones, este último invierno fue incluso más anormal que el anterior, que fue percibido como muy severo en ese momento", acotó.
Macroeconomic Advisers estima que el tiempo inusualmente duro durante la temporada invernal sustrajo cerca de 0,7 punto porcentual del PIB.
"Si el mal tiempo del invierno es la única cosa que está conteniendo a la economía, no hay razones para preocuparse", manifestó en una nota Beth Ann Bovino, economista jefa para Estados Unidos de Standard & Poor's. "El año pasado, el primer trimestre recibió un golpe, sólo para repuntar más fuerte en el segundo y el tercer trimestre".
Combustible más barato
Si bien el hecho de que el costo del petróleo se haya derrumbado bruscamente en los últimos nueve meses es positivo para el bolsillo de los consumidores, la energía más barata tiene un efecto negativo por el lado de la inversión.
La especialista de SocGen afirmó que el ajuste en el desembolso relacionado con el sector energético ha sido "inusualmente rápido" y detalló que la mayoría de las compañías de la industria de crudo y gas han anunciado un recorte de entre 30% y 40% en su gasto de capital.
"Como el ajuste está siendo adelantado, la carga podría ser tan grande como entre 0,5 y 0,8 punto porcentual en la primera mitad" del año, argumentó.
La fortaleza del dólar
Sin duda, la fuerte apreciación del dólar en los últimos meses es una fuerza negativa para la economía local. La divisa más cara ha disminuido la actividad manufacturera, ya que los fabricantes han perdido competitividad, lo que a su vez ha impactado a los envíos.
Standard & Poor's cree que los efectos adversos sobre el PIB no serán significativos, ya que casi 90% de toda la actividad económica de la nación es impulsada domésticamente.
"Proyectamos que las exportaciones netas serán US$ 15 mil millones más bajas en 2015 frente al año pasado, en términos reales. Esto recortaría cerca de 0,1 punto del PIB", puntualizó Bovino.
Interrupciones en los puertos
Otro de los factores que arrastrará al PIB del primer trimestre fue la disputa laboral en los puertos de la costa oeste, que interrumpió el comercio internacional. De hecho, los embarques cayeron 1,6% en febrero y las importaciones declinaron 4,4%. En términos de volumen, las internaciones se desplomaron en
US$ 10.200 millones, el mayor descenso en seis años.
La situación fue resuelta a fines de febrero, pero es posible que los efectos se sientan por varios meses.
Con todo, SocGen prevé que el PIB se expandió 1,5% entre enero y marzo, mientras que Macroecnomic Advisers pronostica que el país creció 1,2%. El banco francés vaticina que el ritmo se acelerará a 4,8% en la primavera boreal a medida que se revierten los efectos del tiempo y se materializa el impacto positivo de la bencina más barata. Esto "convertirá a la reunión de la Fed en junio en un fuerte contendor para un aumento en las tasas".
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