La Justicia belga incautó las cuentas bancarias de la Embajada de Argentina en Bruselas, en respuesta a la solicitud del juez de distrito estadounidense Thomas Griesa y del fondo de cobertura NML Capital, informó el diario argentino La Nación citando fuentes no identificadas del Ministerio de Relaciones Exteriores del país.
La medida, que se dispuso el martes pero se dio a conocer ayer, alcanzaría a todos los activos de la Embajada, así como a las cuentas de sus funcionarios. Aunque la embajada argentina ante Bélgica también actúa como sede diplomática ante Luxemburgo y la Unión Europea, esas dependencias no resultaron afectadas, consignó el diario.
Argentina ya habría reclamado la intervención del gobierno belga para frenar el golpe judicial, invocando la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados que impide la confiscación de los fondos diplomáticos al disponer de inmunidad internacional.
Los diplomáticos belgas apostados en Bruselas insistieron en destacar que esta nueva embestida de los fondos buitre no se dio bajo la jurisdicción belga, sino que responde a un pedido de la justicia norteamericana.
"Se trata de un pedido común que hacen los fondos buitre y que en Bélgica ya lo habían hecho en 2009 y 2011. No va a pasar nada y no nos va a cambiar la vida", dijo a La Nación un funcionario de la Cancillería.
Hasta el momento no ha trascendió el monto por el cual quedaron congeladas las cuentas y activos de la embajada que conduce el ex ministro de Economía Hernán Lorenzino.
Al conocerse la noticia, las opiniones al interior de la Cancillería estaban divididas. Mientras algunos funcionarios minimizaron el tema y lo calificaron de "un problema administrativo más", en la Secretaría de Coordinación y Cooperación Internacional había un estado de alerta y preocupación. Y es que el embargo de Bélgica podría extenderse a otros países de Europa y paralizar el funcionamiento de la diplomacia argentina en el Viejo Continente.