El domingo 24 de mayo se celebran en España elecciones municipales y autonómicas, la segunda de las cuatro citas electorales que el país tiene este año y que los expertos señalan como una suerte de ensayo para las generales que tendrán lugar entre noviembre y diciembre.
Trece de las 17 comunidades autónomas (entidad territorial equiparable a una Región en Chile) elegirán al que será el presidente regional para el periodo 2015-2019, en un momento en que el panorama está altamente fragmentado y en que el apoyo a los dos partidos mayoritarios se ve golpeado por la pérdida de confianza derivada de su gestión y de los procesos judiciales por corrupción que enfrentan algunos de sus miembros.
El ascenso de fuerzas como Podemos y Ciudadanos, unos del lado de la izquierda anti austeridad y otros ubicados en el centro-derecha, ponen en un aprieto al tradicional bipartidismo español, en manos del gobernante Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), y reduce el alcance (menor pero existente) de fuerzas políticas como Unión Progreso y Democracia (UPyD) e Izquierda Unida (IU). Las elecciones de la comunidad autónoma de Andalucía en marzo así lo demostraron: el parlamento regional pasó de estar formado por tres fuerzas políticas (PSOE, PP y la federación de izquierda vinculada a IU) a ceder asientos para la llegada de Podemos y Ciudadanos, que lograron 15 y 9 escaños, respectivamente, lo que convirtió al grupo anti-austeridad liderado por Pablo Iglesias en la llave para que el PSOE, la fuerza más votada, forme gobierno.
Autonomías clave
Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el mapa de las elecciones autonómicas no tendrá un color tan definido como lo tuvo en 2011, cuando el PP ganó, con mayoría absoluta, en casi todas sus regiones. En esta ocasión, perdería la mayoría absoluta en todas las regiones menos en Castilla y León, impactado por la entrada de Podemos y Ciudadanos, y cedería el gobierno al PSOE en Extremadura y Asturias.
Las encuestas adelantan también lo que, previsiblemente, será un cambio de pauta para formar gobierno en autonomías clave: el PP necesitará pactar para mantener el gobierno en siete comunidades, entre ellas Madrid, Valencia y Castilla-La Mancha, así como para mantener su poder en las ciudades de Madrid, Valencia y Sevilla, tres municipios clave para el partido del presidente del gobierno, Mariano Rajoy.
Ciudadanos, que irrumpe con fuerza en las autonómicas, se convierte en una fuerza clave en este aspecto, sin embargo, su líder, Alberto Rivera, ya anticipó que exigirá unas "condiciones mínimas" al PP para negociar la investidura, entre las que incluye la firma inmediata de un pacto anticorrupción que incluya la obligatoriedad de elegir a los candidatos por primarias.
Ruptura del bipartidismo
El gobierno de Rajoy está teniendo problemas para traspasar a la ciudadanía su mensaje de recuperación. Las buenas perspectivas macroeconómicas, con uno de los crecimientos más rápidos en la eurozona, no son suficientes para paliar el descontento ciudadano que ha reaccionado atomizando el voto al apoyar el surgimiento de nuevas voces en ambas tendencias.
En el caso de Podemos, tras lograr un máximo de 27,5% en intención de voto en enero, está perdiendo impulso en las encuestas (17,9% a fines de abril) presionado por el ascenso de Ciudadanos, partido pro-mercado que ofrece nicho a los votantes moderados y que goza del 46,8% de apoyo entre los inversionistas, frente al 17,2% del PP y el 10,7% de Podemos.
Lo que ocurra el domingo servirá para tomar la temperatura de lo que pueden ser las generales de fines de año, donde algunos sondeos anticipan la victoria del PP pero por estrecho margen, así cómo consolidar la ruptura con el bipartidismo que gobierna desde hace tres décadas.
Esperanza Aguirre sería alcaldesa en Madrid
Con el 36% de los votos según una encuesta elaborada por Sigma Dos para el diario español El Mundo, el PP ganaría las elecciones municipales en Madrid, aunque sin mayoría: lograría entre 22 y 24 asientos de los 29 necesarios para gobernar en solitario, forzando el diálogo con otros grupos, como Ciudadanos, a quienes los sondeos dan de 9 a 19 asientos. Al frente del consistorio estará una figura histórica entre los Populares: Esperanza Aguirre, presidenta del PP en Madrid. Aguirre, que inició su carrera política en 1983 en el ayuntamiento madrileño y fue presidenta de la Comunidad de Madrid desde 2003 hasta su renuncia en 2012 por motivos personales y de salud, sustituiría en la alcaldía a Ana Botella, esposa del ex presidente del gobierno José María Aznar. Conocida como "la Lideresa", juega un controvertido rol en su partido y, pese a una gestión teñida de irregularidades, su imagen no se ve dañada como reflejan los sondeos de valoración, donde la califican con 7 puntos sobre 10, muy por encima de los demás candidatos actuales (entre 1 y 3 puntos).