Cómo Maduro mantiene a su lado a los altos mandos militares
Lavado de dinero, fraude, minería ilegal y otras actividades supuestamente forman la base de este negocio, el cual, según sostienen los críticos, forma el corazón del poderoso vínculo entre los militares y el mandatario venezolano.
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Vladimir Padrino es el ministro de Defensa de Venezuela. Gerardo Rangel es un destacado general del Ejército. Néstor Reverol es un excomandante de la Guardia Nacional al frente del Ministerio del Interior y Justicia.
También, según el Tesoro de EEUU, son traficantes de drogas y pagadores de sobornos que operan dentro del emprendimiento delictivo que es el régimen de Nicolás Maduro.
Lavado de dinero, fraude, minería ilegal y otras actividades supuestamente forman la base de este negocio, el cual, según sostienen los críticos, forma el corazón del poderoso vínculo entre los militares y Maduro. Se entiende claramente, como afirma el analista de IHS Markit Diego Moya-Ocampos, que "si cae Maduro, caen ellos".
Razón por la cual a Juan Guaidó, el líder de la Asamblea Nacional que ahora se juramentó como presidente interino del país, le costará muchísimo lograr que los altos mandos militares se vuelvan contra su comandante en jefe.
En cada momento crucial de la caída de Venezuela en el autoritarismo, que duró una década, los militares han respaldado a los gobernantes, a Maduro y al mentor de este, Hugo Chávez, antes que a él.
"Maduro encabeza un gobierno militar y el alto mando forma parte del gobierno", dijo Moya-Ocampos. "Sería extremadamente ingenuo creer que van a hacer algo diferente".
Amnistía para el gobierno
Guaidó viene intentando enérgicamente que tanto soldados como generales lo reconozcan como presidente, tal como hicieron Estados Unidos y un montón de gobiernos extranjeros esta semana. Por más difícil que sea eso para el nuevo rostro de una oposición revitalizada, él debe lograrlo para poder destronar a Maduro. Podría afirmarse que las Fuerzas Armadas Bolivarianas son el sector más importante en este país arrasado por la crisis.
Hasta ahora, Guaidó y sus compatriotas en la Asamblea Nacional han ofrecido amnistías para las acusaciones de corrupción y violaciones a los derechos humanos a cualquier miembro que deserte.
Eso, según Moya-Ocampos, "podrá servir para los rangos medios y bajos. Pero a los altos no les alcanza".
Maduro simplemente les otorgó demasiados premios lucrativos, lo cual, según EE.UU., les permitió amasar enormes fortunas. Los altos mandos controlan los puertos, tienen contratos para cientos de proyectos de vivienda social, valiosas concesiones de minería y servicios petrolíferos y el control de la joya de la corona venezolana, Petróleos de Venezuela SA.
Disenso
Pero aunque generales y almirantes puedan estar protegidos de la miseria de la vida diaria en un país cuya economía fue arruinada por el socialismo de Maduro, los que están más abajo en la cadena de mando pasan dificultades. Dependen de sus salarios, muchas veces miserables; en algunos casos les pagan el salario mínimo, de cerca de US$10 por mes. Enfrentan la escasez de alimentos y remedios, apagones y falta de agua.
En realidad, hay disenso en las Fuerzas Armadas desde antes que asumiera Maduro. En 2002, Chávez fue depuesto en un golpe de Estado fallido llevado a cabo por unos soldados; los leales lo reinstauraron en el poder menos de 48 horas después.
Pero recientemente, se han informado más deserciones y pases a retiro anticipados. El Gobierno tomó medidas contra algunos efectivos disidentes, a los que acusó de conspirar contra el régimen. Según la Coalición por los Derechos Humanos y la Democracia, un grupo legal de Caracas, 163 miembros de las Fuerzas Armadas están tras las rejas por motivos políticos.