La economía brasileña creció un poco más de lo esperado en 2014, un 0,1%, pero la caída en la inversión está preparando el escenario para lo que los observadores esperan que sea una dolorosa recesión este año.
La modesta expansión del año pasado, publicada por la oficina de estadísticas el viernes, fue el peor desempeño de la mayor economía de Latinoamérica desde 2009. La cifra no cambia además la visión negativa de los inversionistas, preocupados por la creciente inflación y desempleo, y los problemas políticos de la presidenta Dilma Rousseff.
El débil crecimiento fue sustentado por el consumo del gobierno, un síntoma de los crecientes desequilibrios del país. Pese a que el aumento de 1,3% en la demanda del sector público evitó una caída mayor en la actividad económica, impulsó la deuda pública, lo que no será bien visto por las agencias de calificación que ya han amenazado con quitarle al país su grado de inversión.
En el cuarto trimestre, en tanto, el país se contrajo 0,2% frente al año anterior, pero creció 0,3% con respecto al trimestre previo. A partir de esta medición, la oficina de estadísticas está usando una nueva metodología para tabular los datos, luego de recibir recomendaciones del Fondo Monetario Internacional y de otras organizaciones globales.
Mal pronóstico
"Nos dirigimos a un año 2015 muy débil", dijo a Reuters Pedro Tuesta, analista de la firma consultora 4Cast.
En el mercado esperan que Brasil se contraiga 0,8% este año, en un período que estará marcado por los recortes de gasto que está implementando Rousseff para recuperar la confianza de los inversionistas. Si se confirma, sería el peor desempeño en 25 años.
"2015 será difícil, con pocas posibilidades de una recuperación y un preocupante ajuste cuya escala aún no se conoce", declaró José Lopes Filho, presidente de la asociación brasileña de distribuidores de bienes manufacturados.
Los economistas anticipan que las inversiones sufrirán otra brusca caída este año, a medida que la petrolera estatal Petrobras y muchos de sus contratistas sufren las consecuencias de la divulgación de un escándalo de corrupción masivo.
Caída del real
El real cayó 1,59% el viernes, liderando las bajas entre las divisas internacionales, ya que las preocupaciones de una contracción este año hicieron que los inversionistas fueran más reacios a apostar en contra del dólar. Las malas cifras de la mayor economía de Sudamérica y el escándalo de Petrobras han hecho que la moneda se deprecie 18% en lo que va corrido del año.
"Los movimientos del real son siempre exagerados porque la moneda es muy vulnerable a razones políticas y económicas", explicó a Bloomberg Italo Abucater, director de operaciones cambiarias de Icap do Brasil Ctvm.
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