La firma de venta de entradas
Ticketmaster y el promotor de conciertos Live Nation anunciaron hoy
su fusión a través de una operación valorada en US$ 2.500 millones y que es vista con cierto recelo, dada la gran posición de
dominio en su sector que podría tener la empresa resultante.
Cuando la semana pasada se empezaron a multiplicar los rumores
sobre esta fusión, el propio Bruce Springsteen aseguró en un
comunicado que "no podría haber nada más perjudicial para el fan,
porque volveríamos a una situación cercana al monopolio en la venta
de entradas de música".
La operación, que ya ha sido aprobada por los consejos de
administración de ambas empresas estadounidenses, establece que cada
accionista de Ticketmaster recibirá 1,384 acciones de Live Nation
por cada título que tengan de la firma de venta de entradas.
La compañía resultante se llamará Live Nation Entertainment,
estará participada al 50% por cada empresa y será capaz de
ahorrar US$ 40 millones anuales respecto a los gastos
actuales conjuntos de ambas firmas.
Esta operación "permitirá a las compañías superar estos difíciles
momentos y ampliar las opciones de entretenimiento en directo a
audiencias de todo el mundo", aseguró el presidente de Ticketmaster,
Barry Diller, a través de un comunicado.
Los analistas creen que el cierre de la operación, previsto
inicialmente para final de año, se podría retrasar debido a los requisitos que podrían poner las correspondientes autoridades de defensa
de la competencia, ya que ambas concentran una gran parte del
negocio del entretenimiento en directo en Estados Unidos.
Se calcula que Ticketmaster vende más
del 80% de las entradas de las mayores salas de conciertos
y estadios de Estados Unidos, mientras que Live Nation es el mayor promotor de conciertos del mundo.