El grupo holandés de electrónica Philips
anunció hoy que durante el primer trimestre de este año registró pérdidas por US$ 78 millones y una caída de 17% en sus ventas,
hasta los US$ 6.748 millones.
En el mismo periodo del año anterior, la compañía había
presentado ganancias por US$ 389 millones.
"En el primer trimestre de 2009 hemos presenciado un deterioro
significativo de nuestros mercados", afirmó en un comunicado el
presidente de la compañía, Gerard Kleisterlee, quien reconoció que no
esperan que la situación cambie en el segundo trimestre.
El resultado operacional antes de intereses, impuestos y
amortizaciones (EBITDA) presentó una pérdida de US$ 98 millones,
incluidos pagos por un importe de US$ 102 millones.
Kleisterlee explicó que como consecuencia de las medidas
adoptadas en 2008, Philips ha logrado reducir sus costos fijos y
confía en que no excedan los US$ 661 millones a finales de año
gracias al proceso de reestructuración que llevará a cabo en el
segundo trimestre, en especial en iluminación.
Philips ha mantenido sus inversiones en I+D, mercadotecnia y
pequeñas adquisiciones a la vez que se ha desecho de la parte que le
quedaba de LG Display, indicó Kleisterlee.
"Continuaremos invirtiendo en el futuro, mientras que gestionamos
nuestros costos básicos de manera dinámica de acuerdo con nuestros
ingresos y dando prioridad al flujo de efectivo y a una liquidez
fuerte", añadió.
Según Kleisterlee, "Philips saldrá de esta recesión como una
compañía más fuerte", ya que la remodelación que ha sufrido la
empresa a raíz de la crisis la hace más resistente que el modelo
anterior.
El sólido libro de cuentas de la compañía y la habilidad para
adaptarse a las circunstancias externas dan confianza acerca de las
perspectivas de Philips en el futuro, aseguró Kleisterlee.
El resultado de este primer trimestre del año, se suma a la
pérdida de US$ 1.945 millones que el grupo registró entre
octubre y diciembre de 2008, la primera trimestral en cinco años.
A raíz de los malos resultados, el gigante de la electrónica
comunicó el pasado enero que suprimiría alrededor de 6.000 puestos
de trabajo en todo el mundo en 2009.