El fabricante japonés Nissan anunció hoy el
despido de 20.000 trabajadores hasta marzo de 2010 y recorte de
gastos por la "peor crisis de ventas de la historia del motor",
según Carlos Ghosn, presidente de la alianza Renault-Nissan.
El tercer fabricante nipón, que presentó unas pérdidas de
US$915 millones en el último trimestre de 2008, iniciará un
plan de reformas a comienzos del año fiscal 2009, en abril, que
prevé un recorte de los costos laborales en Europa y EE.UU. de
alrededor de 20%.
Nissan anunció hoy las primeras pérdidas netas de la era Ghosn,
que serán de US$ 2.900 millones para cuando termine el
ejercicio fiscal 2008 en marzo próximo.
El plan de crisis de Nissan presentado por Carlos Ghosn supone la
reducción de la contratación "al mínimo" y la eliminación de empleos
temporales, días laborables (de cinco a cuatro jornadas) y horas
extras, así como un recorte de gastos que permita afrontar la crisis
y asegurar la liquidez.
No obstante, el franco-brasileño, al frente de Nissan desde que
en 1999 se llegó a la alianza con Renault, afirmó que no cerrarán
ninguna planta en el mundo pues "confiamos en que la industria se
recupere", aunque sí recortarán la producción un 20%.
Según el presidente de Nissan, no se sabrán más detalles del plan
de despidos hasta mayo, pero se comenzará a negociar con los
sindicatos lo antes posible para "adaptar la reducción de costes
laborales a la de ingresos".
Asimismo, Nissan recortará el 10% de su salario a los
directivos y un 5% a los "managers" en todo el mundo,
además de reducir gradualmente la semana laboral de cinco a cuatro
días en sus líneas de montaje.
La caída de las ventas en el último trimestre fue del 18,6% respecto al mismo trimestre del año anterior, pero Nissan
espera que para el ejercicio de 2009 sean aún mayores, con la
demanda reduciéndose incluso en los mercados emergentes.
Carlos Ghosn destacó las pobres ventas en Estados Unidos y Europa
-especialmente en España y el Reino Unido- y dijo que la bajada se
ha dado "en el peor contexto posible", debido al alcance de la
crisis y al fortalecimiento del yen frente al dólar y el euro.
Ghosn recordó que esta crisis afecta a todo el sector y que no se
sabe cuánto puede durar, aunque confía que Nissan pueda afrontar la
reestructuración tras la espiral de pérdidas que sufrió la compañía
hasta 2000, un año después de firmar la nueva alianza con Renault.
El directivo pidió al Gobierno japonés que tome medidas para
incentivar a la industria, como ya han hecho países como Estados
Unidos, Francia o Italia, aunque reconoció que las políticas de
ayuda niponas van por el bueno camino.
Según el franco-brasileño, Nissan se centrará en el desarrollo de
modelos eléctricos e híbridos para reactivar las ventas aunque
detendrá otros proyectos en desarrollo e incluso suspenderá el plan
de negocios para el período 2008-2012.
El directivo dijo que "la crisis financiera que parecía que iba a
tener un alcance limitado se ha expandido" y que en este contexto la
única alternativa es recortar los gastos y adaptar la producción, y
que estas medidas durarán lo que sea necesario hasta que la economía
se recupere.
Ghosn recordó que Nissan adaptará la producción a la demanda y
cancelará su participación en los proyectos de líneas de montaje que
se iban a desarrollar en Marruecos e India.
Del mismo modo, Nissan potenciará sus acuerdos y proyectos con la
francesa Renault, a través de políticas de I+D conjuntas y una
aportación de liquidez de 750 millones de euros por parte de cada
uno de los socios.
El fabricante japonés se centrará en el núcleo del negocio
automotriz, dejará de participar en competiciones del motor y
reducirá los gastos de capital en un 14% en el ejercicio
de 2009, después de haber invertido un 21% menos en el año
fiscal 2008 respecto al año anterior.