Minería

Cierre de cuatro faenas mineras hará caer consumo de ácido sulfúrico en 34,2%

Para fines de la década e inicios del próximo decenio, se anticipan el cese Pampa Camarones (2028), Mantos Blancos (2027), Centinela Óxidos (exEl Tesoro, 2029), Sierra Gorda (2031), entre otros, reveló un informe de Cochilco. 

Por: Valeria Ibarra | Publicado: Martes 23 de enero de 2024 a las 10:01 hrs.
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Pieza clave en la extracción y procesamiento del cobre, la producción de ácido sulfúrico está cayendo en Chile y se prevé un déficit de 42,7% en 2032, si se compara con 2023. La evolución de este estratégico insumo -que a la vez es un subproducto de la producción cuprífera- es un buen barómetro de la actividad minera, porque el cierre de faenas como Pampa Camarones, prevista para 2028; Mantos Blancos, estimada para 2027; Centinela Óxidos en 2029, y Sierra Gorda hacia 2031, provocará una baja tanto en la elaboración de este suministro como en su consumo, el que se reducirá en 34,2% hacia 2032, reportó un informe de Cochilco.

Este compuesto químico altamente corrosivo se utiliza en diversas etapas del proceso minero. Tiene la capacidad de disolver y separar los minerales de cobre de la roca madre, permitiendo así su posterior recuperación. Además, se utiliza en la refinación del cobre, donde ayuda a eliminar impurezas y obtener un producto final de alta calidad. 

La directora de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco, Patricia Gamboa, explicó que, por el lado de la demanda, la disminución en el consumo del suministro prevista para el próximo decenio se debe “al agotamiento de las zonas oxidadas en los yacimientos, las cuales son procesadas por la técnica de hidrometalurgia de lixiviación, la cual requiere grandes cantidades de ácido sulfúrico”. En concreto, afectan los cierres de faenas mineras como Pampa Camarones (2028), Mantos Blancos (2027), Centinela Óxidos (Ex El Tesoro, 2029), Sierra Gorda (2031), entre otros. 

Por otro lado, la experta hizo ver que en el mediano plazo, “no existen proyectos de carácter potencial que generen un aumento de la demanda” y por estas razones, hacia 2032 “el consumo tendrá una caída estimada del orden del 34,2% con una demanda de 6,14 millones de toneladas”.

La caída de producción del insumo está relacionada a lo mismo. “La producción de ácido sulfúrico se atribuye, principalmente, a la captación de gases sulfurosos, tanto en la industria del cobre como en otros complejos metalúrgicos del país”, detalló Gamboa. “Por estas razones se prevé un alza de 15,2% para 2023 en la producción de ácido sulfúrico, mientras que para el mediano plazo se espera una caída promedio del orden 5,3%, debido principalmente a la salida de Noracid (en Mejillones) afectando fuertemente al mercado”, indicó.

El mínimo de elaboración de este insumo clave se alcanzaría el 2028, con un total de 4,3 millones de toneladas y una merma de 10% respecto de 2022. 

No sólo minería

La directora de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco entregó un dato interesante: casi la mitad del suministro mundial de ácido sulfúrico se utiliza en la agricultura y la ganadería como fertilizantes a base de fosfato, ya que aumenta el rendimiento de los cultivos. También tiene usos en la industria química y farmacéutica, donde se espera una creciente demanda para los próximos años. 

Pero esta sustancia es clave para la industria minera. Según la encuesta de proveedores 2023 realizada por Cochilco, en la que solo se consideran insumos de bienes y servicios, la compra de ácido sulfúrico representa un 4,8% del total de costos unitarios. 

Precio a la baja

El reporte de Cochilco anticipó un ajuste a la baja en el precio de este insumo. Y es que tras subir fuertemente en 2022 -la cotización promedio llegó a  US$ 234,9 por tonelada- por el conflicto bélico en Ucrania y Rusia y la paralización de la refinación de petróleo, en 2023 el valor de este suministro registró una reducción y el precio promedio  estuvo en 2023 en el orden de US$ 147,6 por tonelada. 

¿Qué pasará mirando una década hacia adelante? “Se espera que, a largo plazo, el precio se siga ajustando levemente hasta alcanzar un valor de US$ 95 por tonelada a largo plazo”, concluyó el estudio. 

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