¿Cambio de tendencia? Las diferencias entre las negociaciones de Collahuasi y Escondida

Una realidad diametralmente opuesta a la vivida en Minera Escondida fue la negociación adelantada que concertó Minera Collahuasi desde abril y que el viernes terminó en un acuerdo con sus trabajadores, sin sufrir una paralización de la faena.

Aunque tras el fallido proceso en Antofagasta, que se extendió por 44 días, las conversaciones que se realizarían en octubre en Iquique se vio como un posible nuevo foco de conflicto, pero un silencioso proceso de diálogo rompió el esquema, despejando la incertidumbre.

El presidente de la Sonami, Diego Hernández, sostuvo que “esta es una muy buena señal para el resto de las negociaciones que se abordarán en los próximos meses. Creo que ha prevalecido la sensatez y responsabilidad, de los trabajadores y de la empresa”.

El ex ejecutivo apuntó a que el caso visto en Escondida fue tomado como una lección para la negociación en Collahuasi, “en primer lugar, se entendió que no tiene ningún sentido que los sindicatos se enfrasquen en negociaciones en que, al final, pierden los trabajadores, la empresa y el país. Y, por otra parte, la importancia de que los sindicatos de trabajadores se comprometan en el proceso de negociación y no dejen esa gestión a los asesores de las organizaciones”, señaló.

El académico de la UC, Gustavo Lagos, dijo que “es positivo que Collahuasi llegara a un acuerdo de manera anticipada, lo que demuestra que lo de Escondida podría ser específico de esa faena y no necesariamente se propague a otras empresas”.

El sacar adelante de buena manera las negociaciones laborales es un tema que ha cobrado relevancia para las empresas del sector, especialmente mirando el nuevo escenario del cobre y los minerales, ya que es uno de los pocos espacios que les quedan a las firmas para profundizar el recorte de los costos.

Así, se estima que la negociación de Collahuasi puede contrarrestar el efecto en imagen que se había creado post Escondida. Juan Carlos Guajardo, director de Plusminnig, señaló que “en el último año ha habido diversos resultados en negociaciones laborales, desde acuerdos anticipados a huelgas. Y hacia adelante parece haber mayor disposición a entender los grandes desafíos de la minería y por ende a buscar acuerdos”.

¿Las futuras huelgas tenderán más a la paralización o al acuerdo anticipado? En la Federación Minera de Chile, organización que agrupa a los sindicatos de la gran minería privada, aunque valoraron la obtención de este acuerdo, señalaron que “hay respeto absoluto a la autonomía de cada sindicato, estos son temas muy internos. En este caso, al parecer, estaban dadas las condiciones para adelantar las negociaciones, si en otra no se dan habrá que ir a la negociación reglada y someterse a eso”, dijo el presidente del organismo, Gustavo Tapia.

Otra de las razones que le daban incertidumbre a la negociación en Collahuasi es que se trataba de la primera que se desarrollaba bajo la nueva ley laboral, que entró en vigencia el pasado 1 de abril.

El presidente del Consejo Minero, Joaquín Villarino, señaló que “si bien la última reforma abrió mayores espacios de conflicto, no impone una realidad conflictiva. La buena disposición de quienes intervienen para llegar a un acuerdo, puede configurar una realidad diametralmente distinta”, indicó.

Uno de los actores que sale fortalecido del proceso es el presidente de la compañía, Jorge Gómez. “Con esto se ratifica un cambio en Collahuasi. Después de un periodo difícil, se ha logrado revertir una mala situación y esta negociación confirma que las relaciones laborales han mejorado sostenidamente”, dijo Guajardo.

Detalles del acuerdo

Si bien el viernes se comunicó que el nuevo contrato colectivo contempla la entrega de un bono por término de negociación de $ 11 millones por trabajador, con una duración de 36 meses, ayer se supo que además se mantuvo la totalidad de los beneficios incluidos en el documento que vencía en octubre de este año.

Hubo una importante mejora en los bonos de producción, los cuales son entregados de manera mensual y trimestral, así como en las becas estudiantiles para los hijos de los 1.485 socios del sindicato, de los aguinaldos y de la asignación por trabajar en condiciones de zona extrema.

El vocero de los trabajadores, Cristián Salinas, sostuvo que “llevamos adelante una negociación histórica, no sólo para la minería sino para el país, en tiempos donde ha sido difícil conversar, primó el diálogo y el respeto, en un acuerdo que representa una mejora importante para nuestra gente”.

MINA ZALDÍVAR, DE LOS LUKSIC, LA PRÓXIMA NEGOCIACIÓN

En medio de las repercusiones que siguen dando vuelta en la industria tras el fallido proceso en Escondida, la próxima empresa que se apresta a entrar en su negociación colectiva es Zaldívar, yacimiento de Amsa, el brazo minero del grupo Luksic, y la canadiense Barrick. La empresa anunció hace algunas semanas que ya tiene acordados los servicios mínimos, tal como lo exige la nueva ley ante la eventualidad de una huelga al vencimiento del actual contrato, el 10 de agosto.

Según trascendió, las partes ya se encuentran negociando las condiciones del nuevo convenio, de hecho en su momento el presidente ejecutivo de Amsa, Iván Arriagada, sostuvo que "tenemos una agenda con los trabajadores que hemos desplegado conjuntamente a lo largo del año, y por lo tanto pensamos que debemos tener las condiciones para una negociación que produzca un resultado que sea satisfactorio para ambas partes". Este proceso tiene la particularidad que el sindicato es asesorado por Marcos López, el mismo abogado que estuvo en la negociación de Escondida.