Tras varios meses de estudios, viajes y pruebas, y con una inversión inicial de $ 30 millones -de su propio bolsillo-, Sebastián Concha, ingeniero de la Universidad Católica, creó Naïf, una empresa que elabora bebidas en base a pétalos de flores, endulzadas con stevia y un toque de azúcar.
Tras su paso por Viña Concha y Toro, donde desempeñó cargos ejecutivos en el mercado nacional e internacional y cursar un MBA en Inglaterra, retornó al país para levantar su propia startup.
Naïf es un producto "boutique" que aún no está disponible en el retail, sólo en 70 puntos de venta en Chile, como el restaurante Coquinaria en Santiago y algunas cafeterías. Por el momento, se comercializa en tres versiones: sauco, rosa e hibisco.
"Partimos en abril, y ya estamos vendiendo el triple. En promedio, tenemos una tasa de crecimiento del 30% mensual", estima Concha, consciente que los primeros meses siempre muestran tasas de crecimiento altas.
Concha comenta que ganaron un Capital Semilla fase 1 de $ 7 millones, para financiar el transporte comercial, y un segundo, de $ 33 millones. Además, están buscando financiamiento para llevar adelante el proceso de internacionalización.
Sobre los planes de expansión, Concha señala que "es afuera donde vemos el mercado más grande". Al respecto, comenta que han estado en conversaciones con empresas de Corea, Inglaterra y California, donde están en fase avanzada para realizar el primer envío, de unas 1.100 cajas, al extranjero.
Y para fines de 2014 proyectan estar en 100 puntos de venta, y vender dos cajas por local.