Una inversión US$ 10 millones será la que de inicio a la asociación entre la administradora de fondos de inversión IFB -fundada por Pablo Fleischmann, Nicolás Barros, Ignacio Bezanilla (hijo de Víctor Bezanilla) y Sebastián Ibáñez (hijo de Felipe Ibáñez, ex D&S) y el grupo Santa Fe. El proyecto será un edificio habitacional ubicado en Lyon con Simón Bolívar y que estaría listo el próximo año.
Pero la iniciativa no será la única. “Tenemos la intención de replicar otros proyectos de departamentos. Uno sería en Avenida Italia (por US$ 15 millones) y otros dos estarían ubicados en Vitacura”, indica Pablo González, gerente de Inmobiliaria Santa Fe.
En todo caso, IFB no debuta en el desarrollo de proyectos habitacionales, pues han ganado experiencia con dos proyectos: uno en La Florida y otro en Ñuñoa, cuenta Fleischmann, fundador de IFB.
De esta forma, los socios del fondo afirman que a fines de 2015 podrían acercarse a los US$ 100 millones en activos bajo administración en desarrollo habitacional, desde los US$ 40 millones que tienen hoy (incluyendo el edificio de Lyon).
En todo caso, la administradora participa en otros negocios, con un portafolio de renta comercial compuesto por 10 stripcenters y renta de oficinas (unos 40 mil m2 con contratos de largo plazo). Entre ambos, administra US$ 200 millones, dice Barros, otro de los socios fundadores.
Internacionalización
Pero el interés de IFB es crecer. Así, han explorado otras áreas de negocio, como el bodegaje. “Hemos estado analizando mucho la zona entre la Ruta 5 y la Ruta San Martín”, dice Bezanilla, complementando que “también hemos estado mirando el negocio de los estacionamientos para tenerlos en renta, en el centro y en el sector oriente”.
Sin embargo, lo que aparece más concreto hasta ahora es su internacionalización. Para conseguirlo han viajado a EEUU varias veces sin concretar nada aún. En unos días más volverán a la carga, para evaluar “un centro comercial que tiene bastantes contratos a largo plazo, replicando el modelo que tenemos acá”, cuenta Bezanilla. El plan es ir de la mano de inversionistas chilenos (family offices) y socios locales que operarían el centro comercial.
Fleischmann se muestra esperanzado y dice que esperan “concretar la primera inversión en EEUU este año”. Barros, complementa indicando que “la inversión en EEUU sería de arriba de los US$ 20 millones”.