Venta de Soprole en recta final: cuatro empresas extranjeras interesadas en comprar firma chilena a Fonterra

La venta de Soprole podría estar en su recta final. En septiembre de 2021, la cooperativa neozelandesa Fonterra anunció que vendería la compañía de lácteos chilena y estimó que este proceso podría tardar alrededor de dos años.

Desde esa fecha, el proceso se ha mantenido firme y, a pesar de que Fonterra decidió quedarse con su participación en Australia –que también estaba en revisión-, la enajenación de sus activos en Chile ha seguido en marcha.

Entre los bancos de inversión que asesoran a la neozelandesa está JPMorgan y fuentes al tanto del negocio revelan que estos últimos ya habrían elaborado para Fonterra una lista corta con los potenciales compradores, que tendrían la posibilidad de realizar un due diligence –diligencia debida o auditoría- y conocer más información de la compañía, para luego pasar a las ofertas.

Dicha nómina estaría compuesta por compañías extranjeras, que habrían puesto los ojos sobre Soprole. Dentro de esa lista se ubicarían la francesa Lactalis, la canadiense Saputo, el grupo peruano Gloria y una compañía de origen chino, cuyo nombre no se ha podido confirmar.

Según los conocedores del trato, en un principio hubo compañías nacionales que se interesaron por Soprole. Sin embargo, las dudas acerca de una eventual aprobación de la transacción por parte de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) se habrían interpuesto en el camino.

Los controladores han puesto un precio de unos US$ 1.000 millones para la venta de Soprole.

Potenciales compradores

De acuerdo a un ranking elaborado por Rabobank, actualmente el grupo Lactalis se alza como la empresa láctea más grande del mundo, liderazgo que consolidó en 2018 tras la compra de la italiana Parmalat. Así, la francesa se situó por sobre Nestlé y Danone en la lista.

A través de Parmalat, tiene presencia en Chile con marcas como La Vaquita, Mulpulmo y Kumey. Alrededor del mundo, algunos de sus sellos más conocidos son Président, Puleva y Galbani.

La canadiense Saputo, por su parte, aparece en el décimo puesto dentro del ranking de Rabobank. No obstante, dentro de América Latina la compañía ha alcanzado el primer lugar del mercado de lácteos argentino, con una fuerte presencia en los quesos con marcas como La Paulina y Molfino.

A su vez, el Grupo Gloria sonó como un candidato para hacerse con Soprole inmediatamente después de que Fonterra pusiera en venta la compañía.

De acuerdo al medio peruano Gestión, la compañía ostenta un participación de alrededor de un 77% en el mercado de acopio y transformación de leche fresca, dominando la industria en ese país.

Además de su país de origen, está presente en Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Colombia y Puerto Rico.

Consultada por Diario Financiero, la compañía declinó hacer comentarios respecto a un posible interés por Soprole. “Leche Gloria S.A. ni sus ejecutivos realizan comentarios sobre especulaciones en el mercado local e internacional”, señaló.

En tanto, si bien aún no se conoce el nombre de la firma asiática interesada, empresas lecheras chinas ya han estado dando sus primeros pasos en tierras latinoamericanas.

De hecho, las dos mayores compañías de ese país, Mengniu y Yili, han estado estrechando sus lazos con la Cooperativa Nacional de Productores de Leche de Uruguay (Conaprole), principal empresa láctea de ese país. Las empresas chinas de este sector estarían buscando nuevos mercados debido a la fuerte competencia interna en ese país.

En septiembre, el medio económico neozelandés, BusinessDesk, ya había publicado que una compañía proveniente del gigante asiático estaba interesada en comprar Soprole, no obstante, los disturbios en el sur del país sembraban dudas para los potenciales compradores.

Fonterra y Soprole

La neozelandesa Fonterra –cooperativa con más de 10.500 asociados- controla el 99,85% de las acciones de Soprole Inversiones S.A., a través de Inversiones Dairy Enterprises S.A. El 0,15% restante está distribuido entre alrededor de 600 accionistas.

Esta sociedad agrupa tanto la marca de lácteos Soprole como Prolesur, filial enfocada en el abastecimiento de leche y la fabricación de productos en el sur de Chile.

Al anunciar la venta, Fonterra aseguró que la operación seguía siendo rentable, pero que se alejaba de su propósito. La neozelandesa pretende centrarse en la producción de leche, lo que se aleja del modelo de Soprole que también incluye la fabricación de postres, manjares y mantequillas, entre otros.

De hecho, en sus últimos resultados –publicados en septiembre- la cooperativa afirmó que Chile fue el principal impulso de la subregión de Latinoamérica, lo que atribuyó a las “mayores ventas estimuladas por los programas del Gobierno durante la pandemia por Covid-19”.

A pesar de ello, reafirmó su compromiso con la desinversión del negocio chileno. En su carta a los accionistas, el CEO de Fonterra, Miles Hurrell, explicó que se habían fijado como objetivo devolver unos US$ 1.000 millones a sus accionistas antes de 2030, con los fondos de las ventas de Soprole y un porcentaje de sus operaciones en Australia.

Si bien desistieron de esto último, reiteró las intenciones de entregar un retorno de capital importante, el que depende de factores como el “éxito del programa de desinversión, así como nuestros niveles actuales de deuda y de beneficios”.