Distribuidor de Nestlé demanda a la empresa por abuso de posición dominante y acusa beneficiar a supermercados
Flor y Nata atiende a almacenes de barrio, tiendas pequeñas y lejanas a grandes retailers. Sin embargo, denunció en el TDLC que el esquema de precios que impuso -y cambió la multinacional- afecta seriamente al negocio. "Los consumidores finales no pueden comprar productos a precio menor toda vez que la única forma de obtenerlo es asistir a grandes cadenas de supermercados", sostuvo.
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Una distribuidora de Nestlé acusó frente al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) que la marca está abusando de su posición de mercado, lo que pone en serio riesgo sus operaciones. A mediados de mayo se encendió la disputa luego de que Flor y Nata, compañía ligada a José Eduardo Galaz, demandó a la multinacional por prácticas predatorias, y que un año después de firmar el contrato la relación cambió radicalmente a tal punto que tuvo que recurrir a la justicia.
"Nestlé Chile ha abusado de su posición dominante, y del control absoluto de los costos e ingresos de mi representada, estrechando o estrangulando sus márgenes, con el objeto de excluirla del mercado, tal como lo ha hecho antes con otras empresas dedicadas a la venta y distribución de productos de la demandada", sostiene el escrito de 32 páginas.
“Nestlé Chile ha abusado del control absoluto de los costos e ingresos, estrangulando los márgenes”, acusa Flor y Nata.
Beneficia a grandes supermercados
Antes de fundar su compañía, el dueño de Flor y Nata fue ejecutivo de Nestlé entre 1988 y 2005, año en que voluntariamente renunció a la firma de lácteos. De hecho, antes de marcharse, Galaz ostentó el cargo de jefe nacional de ventas para de la Representación Comercial Comisionista (RCC), vale decir, se desempeñaba en la unidad que maneja el stock de la multinacional en almacenes, mini market, clientes piramidales, excluyendo cadenas de supermercados, tiendas de conveniencia y mayoristas los cuales eran abastecidos y atendidos por otra vía.
En junio 2021, 16 años después de que Galaz se va de la compañía sus caminos vuelven a cruzarse, pues funda Flor y Nata e invierte $20 millones para armar un equipo y firmar un contrato que lo convierte en el distribuidor de Nestlé en algunos puntos de la Región Metropolitana. ¿La idea? Captar clientes para vender productos en una zona determinada y ampliar la red de alcance en almacenes, negocios de barrio, tiendas de conveniencia que no eran abastecidas por la venta directa. Así, la multinacional fijaba un precio mínimo de venta y el distribuidor ganaba un margen del valor del producto, mediante una comisión que incluía el transporte.
La distribuidora acusó que Nestlé utilizó sus servicios para llegar a sitios desconocidos, captar clientes compradores y luego "sacarme del mercado para quedarse con ellos".
"Mantener este esquema de venta creado por Nestlé Chile afectó a mi representada y afecta actualmente a las demás RCC que prestan sus servicios a lo largo de este país. Se afecta sin duda el mercado, los consumidores finales no pueden comprar productos a precio menor toda vez que la única forma de obtenerlo es asistir a grandes cadenas de supermercados", acusó.