En el grupo Hurtado Vicuña siguen preocupados por el visto bueno pendiente de la Contraloría General de la República que permitiría poner en marcha su megaproyecto inmobiliario en Pudahuel. Se trata de Praderas, que involucra inversiones por US$ 2.000 millones y es vecino a otros de la familia Santa Cruz ( Urbanya) y de Enersis (Enea), cuyas aprobaciones -cambio de uso de suelo- también están frenadas en esa entidad.
Juan Hurtado Vicuña, junto a su hermano Pedro, se reunieron ayer con el contralor, Ramiro Mendoza, para ponerse al tanto de los trámites de su proyecto inmobiliario y para manifestarle que el grupo está decidido a iniciar la construcción lo antes posible, indicaron al interior del conglomerado.
Sin embargo, a la salida de la reunión, que duró en torno a treinta minutos, Juan Hurtado manifestó cierta desazón con respecto al tiempo de trámite de este proyecto. "Llevamos 6 años tratando de iniciarlo, así que las expectativas se han ido desinflando con el tiempo", sostuvo el empresario tras ser consultado sobre las estimaciones para el inicio de la construcción de viviendas en esa zona.
Trámites e inversiones
Un largo camino han tenido que recorrer los Proyectos de Desarrollo Urbano Condicionado (PDUC) de los Hurtado Vicuña, Santa Cruz y Enersis.
A mediados de 2008, el Consejo Regional Metropolitano (CORE) dio su visto bueno a las iniciativas inmobiliarias que involucran cerca de US$ 3.500 millones en inversiones. En esa fecha, los desarrolladores tenían expectativas de iniciar ese mismo año la construcción de viviendas, sin embargo, la tramitación por cambio de uso de suelo en Contraloría se ha dilatado hasta la fecha.
En noviembre de 2009, el Intendente Metropolitano debía recibir las respuestas a las cerca de 15 observaciones hechas en marzo por la Contraloría, las que fueron preparadas por las PDUC y el Seremi de Vivienda. Tras ello, la intendencia debía enviar el documento al ente contralor para su revisión.
En esa fase de nuevo análisis en Contraloría se encuentran los proyectos, afirmaron en el grupo Hurtado.
Durante este tiempo, los grupos inmobiliarios elaboraron un plan de mitigación vial de unos US$ 78 millones para sus desarrollos en Pudahuel. Además, Enea ha encabezado una propuesta de un tren ligero al aeropuerto.
Praderas suma US$ 2.000 millones considerando lo que deben invertir terceros en el desarrollo de cerca de 20.000 viviendas en un terreno de 790 hectáreas. El 30% de las viviendas sería de tipo social (con subsidio) y el 70% libre con valores de 2.000 a 4.000 UF.