Uno a uno todos los sectores productivos intentaron ayer retomar sus actividades y normalizar el funcionamiento al interior de las empresas. Sin embargo, los visibles problemas en la infraestructura vial que dejó el terremoto de la madrugada del sábado y que alteró la conectividad en toda la zona afectada, entorpeció una normal planificación laboral.
Y si bien la expectativa apuntaba a que el reinicio de actividades sería complejo, los problemas -al parecer- fueron mayores. La sola revisión de las condiciones físicas en que quedaron los lugares de trabajo se tradujo en que muchas firmas decidieran devolver a sus empleados a sus hogares y, por lo mismo, en varias áreas se reforzó el tele trabajo.
Pero la "anormalidad" fue el tono. De hecho, un sondeo realizado ayer por Asexma en un grupo de 70 empresas socias de diferentes sectores arrojó que un 43% de las mismas afirmó que el nivel de productividad fue deficiente. En el 45% de las empresas fue normal y para el 12% fue media.
Esta consulta también constató que un 26% de las firmas tuvo daño medio o alto en sus dependencias, plantas y bodegas, mientras que en el 43% fue bajo y en un 31% no hubo perjuicios.
En cuanto al ausentismo laboral de las empresas encuestadas, se constató que éste alcanzó en promedio un 15%, aunque si se toman los casos particulares de las firmas que fueron altamente dañadas, la ausencia del personal fue entre el 80% y 100%.
Problemas de información
De todos modos, la cantidad de información que se ha podido recopilar por parte de las entidades gremiales aún es escasa debido a los problemas en las telecomunicaciones.
De hecho, grupos de ejecutivos de algunas firmas se trasladaron ayer a la zona más complicada para poder evaluar la situación en terreno y, de esta forma, contar con un diagnóstico más preciso.
Y es que los empresarios temen que tras resistir el impacto inmediato del terremoto, las consecuencias indirectas de éste provoquen un daño mayor a los sectores productivos.
Tal sensación quedó de manifiesto ayer con las palabras del presidente de Fedefruta, Rodrigo Echeverría, quien advirtió que de no solucionar a la brevedad los problemas de conectividad, "la gran mayoría de las pérdidas se puede producir de aquí en adelante".
A pesar de que el balance en algunos sectores aún es preliminar y no alcanza a dimensionar la magnitud de pérdidas que pueda implicar la catástrofe, sólo en el sector vitivinícola se contabilizan 200 millones de litros en mermas.
Esto, reveló ayer el gerente general de la Corporación Chilena del Vino, Antonio Larraín, va a significar un periodo más estrecho en inventarios y abastecimiento internacional.
Mientras, en el sector bancario la jornada estuvo marcada por problemas de redes, en Internet y comunicación con las regiones afectadas.