El Gobierno estadounidense podría convertirse en uno de los principales accionistas de General Motors
(GM) y Chrysler para proteger el dinero público prestado a las dos
compañías, dijo hoy el periódico de Detroit Free Press.
Según fuentes familiarizadas con el plan consultadas por el
rotativo, la participación gubernamental en los fabricantes se puede
producir tanto si se declaran en suspensión de pagos como si
continúan funcionando sin recurrir a la bancarrota.
Desde diciembre, el Departamento del Tesoro de EE.UU. ha prestado
US$ 13.400 millones a GM y otros US$ 4.000 millones a
Chrysler para mantener a las dos empresas en funcionamiento.
Hoy, el presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que espera
"fervientemente que en las próximas semanas Chrysler encuentre un
socio viable y que General Motors desarrolle un plan de empresa que
le ponga en el camino de los beneficios sin requerir el eterno
respaldo del contribuyente".
Chrysler tiene hasta el próximo 1 de mayo para conseguir una
alianza industrial definitiva con Fiat que le permita comercializar
vehículos pequeños de reducido consumo. El fabricante también tiene que disminuir de forma sustancial su
deuda para evitar la suspensión de pagos.
La italiana Fiat y Chrysler han afirmado que tienen un acuerdo
para establecer una alianza, aunque todavía no se ha materializado. Varios medios de comunicación señalaron hoy que los tenedores de
deuda de Chrysler han rechazado la oferta de la compañía de eliminar
US$ 6.900 millones de deuda asegurada a cambio de US$ 1.000
millones.
Según esas informaciones, los acreedores de Chrysler están
preparando una contraoferta esta semana que puede incluir el cambio
de la deuda por una mezcla de dinero, acciones y deuda de la nueva
sociedad que formasen las empresas estadounidense e italiana.