Un juez de Estados Unidos
desestimó hoy en Miami la petición de que se prohíba al Banco
Santander Internacional contactar directamente con un grupo de
clientes para convencerles de que renuncien a su demanda.
Sin embargo, Paul Huck, juez encargado del caso, dictó que Santander deberá notificar de la existencia de una demanda conjunta
a todos los clientes de la entidad afectados por la estafa de las
inversiones en el fondo gestionado por Madoff.
"Ese era el objetivo principal", dijo a Efe una fuente jurídica
cercana a Labaton Sucharow, uno de los bufetes que presentaron la
demanda colectiva contra Santander en nombre de un grupo de
afectados.
"No tenían la información correcta", aseveró.
El Banco Santander lleva a cabo una negociación de manera individual
con los clientes perjudicados en la que les propone canjear las
inversiones afectadas por el fraude de Madoff por participaciones
preferentes.
Sam Danon, letrado del Banco Santander Internacional, expresó
tras finalizar la audiencia judicial su satisfacción por la
resolución del magistrado de no suspender cautelarmente la oferta de
canje de las inversiones y aseguró que "el proceso sigue su curso".
Explicó que alrededor de un 70% de los inversionistas
del fondo Optimal Strategic, del Santander, que gestionó fondos de
clientes por valor de US$ 3.100 millones, "ha aceptado ya las
ofertas" de la entidad.
Ese fondo estaba vinculado a diferentes productos de inversión de
Madoff.
"Queda todavía cerca de un 30% de afectados que no ha
aceptado", acotó.
Ambas partes llegaron en la vista a un acuerdo voluntario ante el
juez para comunicar con precisión los contenidos y las condiciones
de la demanda conjunta presentada contra la entidad en un tribunal
de Miami.
Pese al acuerdo alcanzado por Santander con una buena parte de
los afectados por la estafa Madoff, "quedan todavía US$ 1.300 millones" que fueron gestionados por Optimal Strategic y que se
han perdido, resaltó la fuente jurídica cercana al bufete Labaton
Sucharow.
El juez señaló en la vista que quiere evaluar cuidadosamente los
argumentos de las dos partes y la amplitud y alcance de la demanda,
pero dijo que está dispuesto a que el proceso judicial no se
eternice.
"Abróchense los cinturones, porque nos vamos a mover", apuntó el
magistrado.
Durante una buena parte de la vista judicial el juez preguntó de
forma incisiva a los abogados del bufete Labaton Sucharow sobre la
demanda colectiva y por qué la habían presentado en Miami, siendo
que la mayoría de los clientes afectados del Santander "están en
España o son latinoamericanos".
Al respecto, puso en duda que un tribunal estadounidense tuviera
jurisdicción sobre el caso.
No obstante, los abogados que representan a los demandantes
arguyeron que un buen número de sus clientes tiene residencia en
Miami, "viven aquí temporalmente", dijeron, o son ciudadanos
estadounidenses.
Además, "el fraude se produjo en este país" y no se trata
necesariamente de "inversionistas sofisticados", pusieron de relieve.
Los letrados del Santander indicaron, por su parte, que cerca de
un 20% ó 25% de los clientes de la entidad afectados por el
fraude "tienen algo valioso ahora y es una buena oferta" la
que el banco les propone.
La principal alegación de Cremades & Calvo Sotelo y Labaton
Sucharow radica en que los "demandados fueron negligentes y
temerarios al invertir una parte sustancial de todos los activos del
fondo Optimal Strategic con Madoff".
Acusan al Santander de falta de diligencia y de no regirse por
los "estándares del mercado financiero, sin que las auditorías hayan
aportado la certidumbre sobre los estados financieros a las que
están obligadas".
El contencioso que se ventila en un tribunal de Miami podría
prolongarse unos dos años.