Las
negociaciones entre el Departamento del Tesoro y los acreedores de Chrysler se
rompieron sin llegar a un acuerdo, informaron hoy medios de comunicación
locales, lo que podría obligar al fabricante a declararse en quiebra.
El
periódico Free Press de Detroit indicó que las conversaciones entre el Tesoro y
el consorcio de 46 bancos y fondos de inversión a los que Chrysler adeuda US$ 6.900
millones se "desintegraron" a primeras horas de la madrugada.
Chrysler
tiene plazo hasta la medianoche de hoy para llegar a un acuerdo con sus
acreedores que elimine su deuda. Si no lo consigue, el fabricante tendrá que
declararse en suspensión de pagos.
También hoy
se espera que Chrysler y Fiat firmen una alianza que permitirá que el
fabricante estadounidense produzca vehículos pequeños de la empresa italiana.
A
medianoche, el sindicato United Auto Workers (UAW) anunció que sus afiliados
ratificaron por amplia mayoría un nuevo convenio colectivo que reducirá los
costes laborales de Chyrsler, otro de los requisitos impuestos por el Tesoro
para continuar su ayuda financiera a Chrysler.
Detroit
Free Press añadió que aunque el Departamento del Tesoro mejoró su oferta a los
acreedores, un grupo de fondos de inversión que representan el 40 % de la deuda
total se negó a aceptar el ofrecimiento.
La última
oferta de Chrysler y el Tesoro era canjear los 6.900 millones de dólares de
deuda por alrededor de US$ 2.500 millones en efectivo.
Si Chrysler
se tiene que declarar en quiebra, un juez decidirá cuánto recibirán los
acreedores y cómo serán pagados.
La US$ 6.900
millones de deuda están asegurada con las factorías y otros activos del
fabricante.