Alcoa logró recortar sus
números rojos
en casi un 60% gracias al aumento de los precios del aluminio, del
que es el mayor fabricante mundial, y cerró el primer trimestre de
2010 con una pérdida de US$ 201 millones, frente a los US$ 497
millones perdidos un año antes.
La compañía informó hoy de sus
cuentas correspondientes a los
tres primeros meses de 2010 y se convirtió así en la primera de las
treinta integrantes del Dow Jones de Industriales en difundir sus
resultados, algo que en las próximas semanas harán casi todas las
demás.
La reducción de sus pérdidas (que pasaron de 59 a 19
centavos por
acción) se consiguió en parte gracias a un aumento del 18% de la
facturación, que alcanzó los US$ 4.887 millones, empujada por
el encarecimiento del aluminio.
En ese sentido, la compañía
detalló que sólo con respecto al
último trimestre de 2009, los precios del aluminio aumentaron un 8%,
y los de la alúmina (óxido de aluminio) un 13%, aunque no concretó
la diferencia con respecto a los primeros tres meses del año pasado.
Pese
al aumento de la facturación, en las cuentas de Alcoa
pesaron los US$ 295 millones que contabilizó en gastos de
reestructuración, debido al cierre de dos fundiciones en Estados
Unidos y al efecto en sus cuentas de cambios introducidos en la
legislación en materia de protección sanitaria.
Antes de
presentar estos resultados -que fueron mejores de lo
esperado por los analistas-, Alcoa fue una de las compañía del Dow
Jones que más subió hoy en la Bolsa de nueva York, con un avance de
1,25%, aunque en las operaciones electrónicas que tenían lugar
después del cierre sus títulos rebotaban y perdían un 0,55%.
En
lo que va de año esta compañía, cuyo negocio depende en gran
medida de los malogrados sectores automovilístico y de la
construcción, se ha depreciado en Wall Street un 9,62%, afectada en
parte por los miles de puestos de trabajo que ha eliminado para
afrontar la crisis, aunque en los últimos doce meses acumula un
avance cercano al 65%.