El desplome en el precio del petróleo, en zona ahora de
mínimos de cuatro años, no será sificiente para alejar las pérdidas de las
cuentas de resultados de las aerolíneas. La patronal mundial del sector, IATA,
prevé US$ 5.000 millones de pérdidas conjuntas en 2008, y de US$ 2.500 millones
para el próximo ejercicio, a causa, esta vez, de los efectos de la crisis
económica.
"La crisis crónica de la idnustria continuará en
2009". Así de elocuente se expresa la International Air
Transport Association (IATA) en su último informe de
perspectivas sobre el sector.
Las previsiones de la IATA, la patronal que integran 230
compañías y que representa cerca del 93% del tráfico aéreo mundial, enfrían los
ánimos de una pronta recuperación del sector, aprovechando el comportamiento
más favorable del precio del petróleo.
Las últimas estimaciones realizadas por la IATA ofrecen al
menos unas cifras menos desfavorables que en trimestres anteriores. En 2008, el
conjunto del sector sufrirá pérdidas en sus resultados de unos US$ 5.000
millones, algo menos de los US$ 5.200 millones esperados con anterioridad,
gracias a la menor presión del crudo.
En 2009 los números rojos seguirán siendo la tónica
predominante en las cuentas de las aerolíneas. Las pérdidas se reducirían a la
mitad, hasta los US$ 2.500 millones.
Con el precio del petróleo desinflado cerca de un 70% desde
sus récord del pasado mes de julio, de cara al próximo ejercicio la principal
amenaza para el sector no serán los incrementos en los costes (derivados del
petróleo), sino los descensos en los ingresos.
El director general de IATA, Giovanni Bisignani, advierte
que "afrontamos el peor escenario de ingresos de 50 años". En número
de pasajeros, las previsiones auguran un descenso del 3%, una cifra que
alcanzará el 6% en el tráfico de mercancías.
Por áreas geográficas, la patronal pronostica pérdidas de US$
1.000 millones para las aerolíneas europeas, casi diez veces más que en 2008.
Las empresas estadounidenses serían las únicas en lograr cerrar 2009 con
beneficios, modestos en todo caso, de 300 millones de dólares, menos de un 1%
de sus ingresos.