En los últimos años, a nivel país la tasa de accidentes laborales ha aumentado. De acuerdo a cifras entregadas por la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), entre 2015 y 2016, la accidentabilidad Con Tiempo Perdido (CTP) -con ausencia laboral del trabajador- del sistema de mutualidades completo aumentó a 3,57%, cifra que representa el doble de países como Canadá e Israel.
Las actividades económicas que encabezan la tasa de accidentes al primer trimestre de 2017, que coinciden con igual período de 2016, son Industrias Manufactureras (5,16%); Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones (5,01%); Construcción (4,75%); y Agricultura (4,60%).
Por otro lado, los accidentes más comunes están asociados al uso de herramientas manuales y operación de maquinarias; caídas de mismo nivel; y accidentes por sobre esfuerzo, lesiones asociadas al manejo de elementos pesados o a posturas inadecuadas durante la operación de equipos o maquinarias.
En el caso específico de las empresas afiliadas a la ACHS, la tasa de accidentabilidad CTP disminuyó a 2,9% en abril de 2017, un logro al considerar que la meta país a 2020 está fijada en 3%.
Para reducir aún más la accidentabilidad y alcanzar los niveles de países desarrollados, la ACHS aprobó en mayo una inversión por
US$ 14 millones, a materializar de aquí a 2021 en una nueva plataforma tecnológica para uso de todos los adheridos a la entidad, con el fin de modernizar la gestión de la seguridad de las organizaciones.
A la fecha, la reducción de accidentes se asociaba a una estrategia que se ha basado en pilares clave, como la priorización de modelos predictivos de accidentabilidad; fortalecimiento del rol de comités paritarios; y posicionamiento de la seguridad en la Alta Dirección de las empresas, a fin de convertirlo en un eje estratégico de las organizaciones, comenta Ángel Vargas, gerente División Gestión del Conocimiento y Experiencia de ACHS.
En este contexto, añade que la técnica de identificación de peligros y evaluación de riesgos permite definir medidas de control.
“Anualmente nuestros expertos desarrollan más de 45 mil matrices de riesgo, que dan pie al desarrollo de planes de acción”, afirma.
Políticas de seguridad de empresas
Para la compañía eléctrica Colbún, la seguridad es prioridad. En 2016 su tasa de accidentabilidad laboral fue de 0,4%, muy por debajo del rubro (1,5%), de acuerdo a datos de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso). Tendencia sostenida, ya que de 2012 a 2016, la accidentabilidad disminuyó en 25%, atribuible, en parte, a que se dio la misma importancia al trabajo de colaboradores y contratistas, incorporando a los distintos grupos en sus estadísticas.
La compañía también cuenta con una Política de Seguridad y Salud Ocupacional, así como estándares, enfocados en evitar los accidentes con lesiones graves o fatales. También realizaron un estudio de diagnóstico, que sienta la base para desarrollar un Plan Estratégico de Seguridad y Salud Ocupacional para un período de cuatro años, cuyo principal objetivo es cero accidentes. Esta iniciativa apunta a fortalecer el liderazgo en seguridad a nivel corporativo y consolidar una cultura en seguridad.
En el sector alimentos, en tanto, Agrosuper redujo un 48% la tasa de accidentabilidad laboral, pasando de un 4,8% en 2013 a un 2,3% en 2016. Resultados que atribuyen a un plan de gestión y liderazgo preventivo de las unidades de negocio, y al compromiso de los colaboradores de la compañía, comentan desde la firma. De este modo, han optimizado las condiciones físicas, ambientales y organizacionales para que las personas tengan una mejor adaptabilidad y seguridad en sus funciones y con ello una mejor calidad de vida.
Agrosuper, además, desarrolló un Modelo Participativo y Colaborativo de la Gestión de Riesgos, que moviliza de manera integral y multidisciplinaria todos los factores de cuidado, creando mesas de trabajo, instancias en que equipos de tareas temáticas proponen, debaten e implementan mejoras que impacten directamente la salud y seguridad integral de los colaboradores.