Los senadores socialistas, Jaime Naranjo y Carlos Ominami denunciaron que el alto endeudamiento de los chilenos debido a la entrega indiscriminada de tarjetas de crédito puede tener un efecto para nuestra economía muy parecido a la "crisis de las hipotecas" que afecta a Estados Unidos, por lo cual enviarán un proyecto de ley destinado a frenar esta situación.
En Chile, una persona tiene en promedio 4 tarjetas de crédito y según
la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, a marzo del
2008 la deuda total de estas tarjetas alcanzaba a 9.385 millones de
dólares, de los cuales 6.530 millones de dólares correspondían a casas
comerciales y 2.855 millones de dólares a instituciones bancarias.
De esta deuda, alrededor de un 24% ya se encuentran en mora, es decir,
unos US$ 2.180 millones. De esta cifra, US$ 1.885 millones corresponden a casas comerciales (86,5%) y US$ 295 millones a plásticos bancarios (13,5%).
Los parlamentarios recordaron que según la encuesta Casen del 2006, los dos quintiles más bajos de ingresos en Chile destinaban el 67,10% de sus ingresos a pagar deudas.
De acuerdo a los parlamentarios al menos tres factores explican este
alto endeudamiento: "Los bajos ingresos en un importante número de
hogares, lo que hace que el consumo básico real de una familia no
alcance a ser cubierto con ellos".
Asimismo, aseguraron que "el consumismo desenfrenado instalado en
nuestra sociedad y la oferta indiscriminada de tarjetas, incluso a
jóvenes universitarios incentiva este fenómeno. Por ejemplo, el
Instituto Nacional de la Juventud ha señalado que un millón doscientos
mil jóvenes entre 15 y 29 años se encuentran endeudados".
En se sentido, dijeron, "las casas comerciales, los bancos y otras instituciones financieras,
han salido a captar de manera irresponsable nuevas personas para su
gran negocio, sin tomar en cuenta el sobreendeudamiento existente".
Ante esta situación Naranjo y Ominami señalaron que el proyecto de ley que presentarán busca prohibir a las casas
comerciales y entidades bancarias y financieras emitir tarjetas y
créditos sin consulta. Es decir, solo podrán entregar este tipo de
tarjetas cuando una persona haya manifestado su voluntad de solicitarla.
Asimismo la iniciativa impedirá otorgar tarjetas de créditos a menores de edad sin la autorización escrita de sus padres.