Patricio Santamaría, una gestión de dulce y agraz a cargo del Servicio Electoral

No sólo conoce el tema electoral desde el lado institucional, ya que también fue el encargado de estos procesos desde el lado partidista. Sólo buenos recuerdos y una buena impresión en genberal sobre la labor que está realizando en el Servicio Electoral pese a la contingencia, hay del presidente del Consejo Directivo del organismo, Patricio Santamaría Mutis (65), en la Democracia Cristiana, partido en el que militó hasta 2012, cuando fue designado miembro de la instancia por el presidente Sebastián Piñera y ratificado por el Senado, y donde desempeñó la labor de experto electoral.

Si el resultado y alta participación en el plebiscito del 25 de octubre, fueron valorados transversalmente; la baja participación en las primarias del domingo y, sobre todo, el que hubiera electores impedidos de votar, dieron un vuelco en lo que podría haber sido un broche de oro para terminar su gestión, que ha estado marcada por altos y bajos, ya que según explican desde el Gobierno, Santamaría es uno de los tres consejeros que termina su período en febrero. Sin embargo, el desempeño del Servel el domingo provocó una molestia en todos los sectores.

De ahí que la presidenta de la Comisión de Gobierno de la Cámara, Joanna Pérez (DC), lo invitara a la sesión de hoy a "dar explicaciones" sobre lo sucedido el domingo.

Aunque nació en Santiago, el 05 de noviembre de 1955, quienes lo conocen mejor dicen que siente un cariño especial por la Región de Valparaíso, donde cursó la carrera de derecho en la Universidad Católica; posteriormente estudió un doctorado en Derecho y Ciencias Sociales, en la Universidad de la República de Uruguay, donde conoció a su señora, la también abogada Carmen Arteaga, con quien tiene dos hijos.

Si bien su aterrizaje en el Servel lo obligó a dejar la práctica de la actividad política, Santamaría militó en la DC y fue mucho tiempo el encargado electoral de la colectividad, es por eso que el cargo que ostenta actualmente "le quedó pintado", asegura el diputado Jaime Mulet, quien conoció de cerca al presidente del Consejo Directivo del Servel, cuando ambos eran militantes falangistas.

Experto electoral de la DC

Y el presidente de la colectividad Fuad Chahin recuerda, como una anécdota a estas alturas, que "la primera vez que el Pato no se encargó de inscribir al partido para unas elecciones, quedó la embarrá", haciendo alusión a lo sucedido el año 2001, cuando los encargados del trámite para inscribir a los candidatos a las parlamentarias, lo hicieron mal y el presidente Ricardo Lagos debió mandar una ley express -que se tramitó en nueve horas- para postergar en una semana las elecciones, de tal manera que el falangismo pudiera volver a realizar el proceso.

El que Santamaría esa vez no se involucrara no fue casual, se debió a que ese año postuló, sin éxito, a un escaño en la Cámara de Diputados en representación del entonces distrito 29 (Puente Alto, La Pintana, Pirque y San José de Maipo). El mismo Chahin, comenta que cuando los dirigentes le preguntaban por qué distrito quería ser candidato, Santamaría respondía con humildad: "donde el partido me necesite". Y "el partido lo mandó a competir donde no teníamos ninguna posibilidad de ganar".

Tal como lo recuerda Chahin, Santamaría salió tercero (7,71%), perdió por lejos frente la socialista Isabel Allende (35,09%) y el RN Maximiamo Errázuriz (42,83%); sin embargo, poco más de un año después, el expresidente Ricardo Lagos lo designó subsecretario de la Secretaría General de Gobierno, cargo al que renunció en 2005 para integrarse al comando de la candidatura a La Moneda de la expresidenta Michelle Bachelet, invitado por el entonces director ejecutivo de la campaña, el actual diputado Jaime Mulet, quien también fue secretario nacional de la DC antes de renunciar a la colectividad, durante la presidencia de Adolfo Zaldívar, de quien Santamaría –según comentan en la colectividad- también habría sido cercano.

Y aunque por esa razón algunos recuerdan a la autoridad del Servel como integrante del "lote" de los "colorines", haciendo alusión al color del cabello de su líder, Adolfo Zaldívar, otros aseguran que era "más bien transversal". Santamaría también fue vicepresidente de la colectividad, en la directiva encabezada por Enrique Krauss (1997) y "siempre estuvo encargado de la formación", además del tema electoral, recuerda Chahin, quien también trabajó de la mano de Santamaría, que siendo subsecretario de la Segegob invitó al actual timonel falangista a encargarse de la División de Organizaciones Sociales (DOS).

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Conciliador

En la DC destacan la "buena disposición a escuchar a todo el mundo" que siempre expresó Santamaría. De hecho, por esta cualidad de su carácter en una ocasión le correspondió acompañar a Jaime Castillo Velasco a Villarrica, a calmar a la militancia de la zona, que estaba dividida por el candidato a diputado que había impuesto el partido.

Otra cosa que destacan quienes lo conocieron en esa época es que "conocía más que nadie a la militancia de todo el país", lo que refrenda Mulet, quien evoca que "recorría todo Chile en su auto, con su señora y sus hijos pequeños. Era de los pocos que lo hacía en la DC y de los que conocía tan profundamente el país".

Sin embargo, el año 2012 le puso fin a su carrera política al aceptar su nombramiento en el Consejo Directivo del Servel. Al ser ratificado por el Senado renunció a su militancia en la Democracia Cristiana y se abocó a su labor en el organismo, para lo que contaba –dicen quienes lo conocieron en la DC- con "una gran experiencia".

No ha sido fácil

Pero, aunque muchos aprecian su gestión a la cabeza del consejo  del Servel en el plebiscito, no todo ha sido miel sobre hojuelas en su conducción, lo que queda de manifiesto tras las primarias del domingo, desde que el año 2013 Santamaría fue electo presidente del consejo del organismo, luego de una polémica renuncia de Juan Emilio Cheyre al cargo.

De hecho, en estos años se han producido bulladas polémicas por lo que algunos califican como "diferencias de interpretación". En el año 2015, en un principio, el organismo rechazó la inscripción del partido Revolución Democrática y, a través de un oficio, pidió cambiar el término "revolución", por estimar que era un concepto "contrario a la Constitución y la ley". En esa ocasión, Santamaría salió al paso de las críticas, asegurando que no había una resolución definitiva al respecto, pero que existían normas legales que impedían "el uso de palabras o acepciones que tengan estas connotaciones, entonces el problema está en la ley", se defendió en esa ocasión.

Luego, en abril de 2016, el organismo se enfrentó con la exNueva Mayoría al no permitir la inscripción de las listas para las primarias del sector, de cara a las elecciones municipales de ese año, esgrimiendo que la entonces presidenta del Partido Socialista, Isabel Allende, no se encontraba en las dependencias del Servel al vencer el plazo. En la oportunidad, Santamaría afirmó que "la ley es muy exigente, ya que a las 24 horas se le exige a la dirección del servicio que reciba la formalización del pacto, donde los presidentes y secretarios generales de los partidos que concurren, deben estar presentes y firmar en un acto tradicional". Esto obligó a la coalición a apelar al Tribunal Electoral, que falló a su favor.

Meses más tarde, ese mismo año, en el marco de las elecciones municipales, el presidente del Consejo Directivo se vio envuelto en una disputa con el entonces director del Registro Civil, Luis Acevedo, por el llamado "caso Padrón", debido a que se detectaron errores relacionados con el cambio de domicilio electoral de un número significativo de personas, para el proceso electoral de octubre. Mientras el Registro Civil responsabilizó al Servel, Santamaría contraargumentó que "nosotros hacemos el padrón, pero lo hacemos sobre la base de la información que nos entregan varios organismos, entre ellos el Registro Civil". La controversia terminó en la justicia, debido a que el entonces diputado de Renovación Nacional, Nicolás Monckeberg, interpuso una denuncia por presunto fraude electoral, a la que se sumó otra del senador Alejandro Navarro.

Y, ahora se lo responsabiliza, en su calidad de presidente del consejo directivo del Servel, de que haya electores que no pudieran ejercer su derecho a voto el domingo recién pasado.