Moody's
Investor Service recortó en tres escalones la calificación de fortaleza
financiera de Citigoup -de B a C-, lo que sitúa a este gigante financiero en el
nivel más bajo que otorga esta empresa de calificación de riesgos.
Asimismo,
redujo la calificación de riesgo de la deuda prioritaria de este grupo
financiero de Aa3 a A2, con perspectiva estable.
El
deterioro de los activos de esta entidad, asegura Moody's puede continuar y es
muy probable que en los dos próximos años decline aún más la base tangible de
capital Citigroup.
Según
el informe de la agencia, el C atribuido a la fortaleza financiera del grupo
refleja los desafíos a los que tendrá que hacer frente en esos dos años.
Citigroup
podría generar pérdidas trimestrales debido a la depreciación en el mercado de
sus activos y a la necesidad de aumentar sus provisiones para préstamos
vencidos, "especialmente contra carteras de hipotecas y tarjetas de
crédito", según el vicepresidente primero de Moody's, Sean Jones.
"La
necesidad de altas provisiones se ve acentuada por la exposición de Citigroup a
créditos únicos", explica Jones.
Por
otro lado, las perspectivas de menores ingresos, combinadas con un dividendo
medio trimestral medio de acciones preferentes de unos US$ 1.400 millones,
hacen muy probable que Citigroup no genere suficientes ganancias retenidas en
los años 2009 y 2010.
Las
calificaciones anunciadas por Moody's no tienen ningún impacto en la deuda
garantizada por la
Corporación Federal de Seguros de Depósitos emitida por el
banco, que sigue teniendo la calificación de Aaa con perspectiva estable.
Según
Moody's, la rebaja de la calificación de la deuda y los depósitos de Citigroup
se ha visto atemperada por la creencia en la elevada probabilidad de que
continúe el apoyo sistémico del Gobierno estadounidense a la entidad.
Los
beneficios de ese apoyo por parte del Gobierno compensan el deterioro que
sufriría calidad crediticia de Citigroup de no contar con esa posibilidad.
Según
Moody's, para restablecer su posición de modo firme, Citgroup debe mejorar su
eficiencia organizativa y operativa, reducir futuros riesgos de concentración y
lograr de nuevo las ventajas competitivas en las líneas de negocios que han
sufrido a consecuencia de las recientes turbulencias.