CCS: Riesgo empresarial se modera en septiembre de la mano de una menor morosidad
Análisis revela que en el octavo mes del año el índice alcanzó los 6,4 puntos -en una escala de 100-, o sea 0,3 unidades menos que en agosto. Además, el riesgo laboral disminuyó respecto al mes previo.
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Con el pasar de las semanas, la incertidumbre que aqueja a la economía nacional parece estar disipándose. Así lo planteó el martes el ministro de Hacienda, Mario Marcel, y lo corroboró el Índice de Riesgo Empresarial que elabora Red Negocios de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), el que en septiembre cerró en 6,4 puntos, como consecuencia de una baja de 0,3 unidades desde agosto.
El resultado del noveno mes del año -el del plebiscito de salida- bordea los niveles del promedio de este 2022. Pero, el indicador se ubicó 1,1 puntos sobre la media de 2021 y ha subido casi 2 unidades desde su creación en julio del año pasado.
Del total de empresas, un 3,3% presentó un riesgo superior a 50 puntos, de las cuales 57,8% son pequeñas y medianas empresas (PYME).
George Lever, gerente de Estudios de la CCS, precisa que la baja “es moderada, por lo que no se puede inferir una tendencia a partir de ella”. Y, alerta que “dada la condición en que se encuentra la economía, no se puede descartar que en los próximos trimestres se observe un aumento en el riesgo de las empresas”.
El Índice mide la debilidad de las empresas: va de 0 a 100 puntos, y a menor resultado, más bajo es el riesgo entre las firmas. Se elabora a partir de indicadores laborales y de morosidad, que se ponderan equitativamente.
Lever explica que para obtener el componente del riesgo laboral se construyó un indicador que mide la seriedad de las obligaciones laborales -a través del boletín laboral de la Dirección del Trabajo, donde a cada empresa se le asigna un valor de 0 si no tiene deudas y 100 si las tiene- así como las prácticas antisindicales de la firma.
Para medir la morosidad se usa el Boletín Electrónico Dicom e Informe de Casas Comerciales, y a cada empresa se le asigna un valor 0 si no aparece en el boletín, y 100 si aparece. De igual forma, se elabora un indicador de protestos.
La base de cálculo del Índice se construye a partir de los indicadores de unas 6 mil firmas al mes, que forman parte del registro de proveedores de Red Negocios de la CCS. El 31% son grandes compañías, el 51% son PYME y el 19% son microempresas. Además, el 31,8% se concentra en la industria química, minería y recursos naturales; le sigue tecnología, computación y telecomunicaciones con 12,4%; luego construcción con el 10,9%; servicios empresariales y financieros con el 9,5%; operación industrial con un 7,8%; el comercio con el 6,2%, y el resto se distribuye en otros sectores.
Los resultados
La baja general de 0,3 puntos responde a la mejora de ambos componentes: el de morosidad cayó 0,42 puntos y el laboral disminuyó 0,17 unidades desde agosto. El descenso del primero refleja una mejora en la condición financiera de las empresas, explicada por la baja en la morosidad comercial, que se compensa con el leve aumento de protestos. Así, el indicador de Riesgo en Morosidad cerró en 8,48 puntos en septiembre. Lever acota que esta baja se puede deber a un aumento en la condición de liquidez de las empresas o a la reprogramación o repactación de pasivos, entre otros.
El riesgo laboral, en tanto, llegó a 4,32 puntos en septiembre, por la baja de 0,2 puntos en el riesgo de obligaciones laborales, y de una nula variación en prácticas sindicales.
Además, nueve de los 12 sectores considerados mejoraron su nivel de riesgo, liderados por la caída de 1,1 puntos de publicidad, marketing y medios. Esto se vio contrarrestado por el aumento de 1,2 puntos en el riesgo de educación, capacitación y cultura.
Ojo con las MiPyme
Las grandes empresas registraron una mejora en septiembre, al bajar 0,02 puntos en el índice, para ubicarse en 8,02 unidades. Pero, el riesgo entre las PYME se deterioró algo, al variar 0,1 puntos el indicador, quedando en 6,46 unidades. Y, en la misma línea, en las microempresas se registró un alza de 0,1, para cerrar en 5,43 unidades.
Lever detalla que, en el caso de las PYME y microempresas, se observa en general una tendencia al aumento en el indicador de riesgo desde hace varios meses. “Esto se debe a las condiciones más estrechas de la economía, incluyendo aumentos de costos, menor demanda y encarecimiento del financiamiento, entre otros”, explica, y agrega que “esta condición se mantendrá en los próximos trimestres, por lo que requiere de vigilancia y la disposición de implementar políticas públicas en apoyo del sector”.
Hacia adelante, el escenario sigue marcado por los altos niveles de incertidumbre externa e interna, aumentos de costos e inflación, desaceleración en la actividad económica e inversión, y por costos de financiamiento más elevados, ante una política monetaria contractiva, “todo lo cual genera por ahora condiciones complejas desde el punto de vista del riesgo empresarial”, cierra el reporte.