Luego que el gobernante partido liberal de Canadá eligió a Mark Carney como su nuevo líder y primer ministro del país el domingo, se acrecientan las presiones entre el exbanquero de Goldman Sachs y el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
"Hay alguien que está tratando de debilitar nuestra economía: Donald Trump", dijo Carney en su discurso de victoria, al criticar los "aranceles injustificados" impuestos por el presidente de EEUU, quien ha dicho que Canadá debería convertirse en el estado número 51 del país.
"Está atacando a las familias, trabajadores y empresas canadienses, y no podemos dejar que tenga éxito", añadió Carney.
El nuevo primer ministro afirmó que su gobierno buscará nuevas relaciones comerciales con "socios confiables" y prometió mantener aranceles de represalia contra EEUU "hasta que los estadounidenses nos muestren respeto".
Al final, la contienda por el liderazgo del partido no estuvo reñida. Carney ganó con 131.674 votos, un 86%, superando a la exministra de Finanzas de Trudeau, Chrystia Freeland, quien obtuvo 11.134 votos.
Nuevos desafíos
Carney afirmó que el partido impulsará la responsabilidad fiscal y la justicia social, con el objetivo de unir al país. “Mi compromiso con ustedes y con todos los canadienses es construir un Canadá más fuerte para todos”, señaló.
Se espera que reemplace de inmediato a Trudeau, quien estuvo presente en el evento del Partido Liberal el domingo.
Durante la campaña, Carney anticipó que convocaría a elecciones poco después de asumir el liderazgo, para obtener un mandato del pueblo canadiense que le permita enfrentar la batalla arancelaria contra Trump.
“Carney tiene un perfil internacional y una gravitas indiscutible en asuntos económicos, aunque no tiene experiencia electoral”, dijo Dimitry Anastakis, profesor de la Rotman School of Management de la Universidad de Toronto.
Los constantes ataques de Trump contra Canadá —amenazando con anexarlo e imponer aranceles a su madera, productos lácteos y acero— han revitalizado al Partido Liberal, que enfrentaba una derrota casi segura en las próximas elecciones.
El domingo, Carney afirmó que Canadá “nunca, jamás será parte de Estados Unidos de ninguna manera”, y agregó: “Debemos construir una nueva economía y nuevas relaciones comerciales”.
Durante la campaña, Carney se presentó como un veterano en gestión de crisis, el más capacitado para enfrentar la postura hostil de Trump, destacando su paso como gobernador del Banco Central de Canadá durante la crisis financiera global de 2008 y luego como gobernador del Banco de Inglaterra durante el Brexit.
Carney se ha comprometido a “construir la economía más fuerte del G7” y “reformar el gobierno y el sistema tributario” con incentivos para fomentar la inversión y el desarrollo.
Los rumores sobre el interés de Carney en convertirse en primer ministro se intensificaron a fines del año pasado, cuando el gobierno de Trudeau comenzó a caer en las encuestas debido a sus políticas sobre inmigración, costo de vida y acceso a la vivienda.
Carney renunció recientemente a la presidencia de Brookfield Asset Management, firma que administra cerca de US$ 1 billón (millón de millones) en activos. También ha sido presidente del directorio de Bloomberg y enviado especial de la ONU para acción climática y financiamiento, además de haber trabajado más de una década en Goldman Sachs.
Ha prometido cortar todos sus vínculos corporativos y poner sus carteras de inversión en un fideicomiso si asume como primer ministro.