¿Más solos que antes? Apenas uno de cada cinco trabajadores se siente conectado con su entorno social
De acuerdo a una medición de WTW, los indicadores emocionales y sociales de los empleados de Chile experimentaron una fuerte caída por la pandemia.
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Pese a que el mercado laboral ha mostrado signos de recuperación -aunque ha sido más lenta en los últimos meses- hay aspectos del mercado laboral que, al parecer, están tardando más tiempo en volver a niveles pre pandemia.
Una de ellas es el bienestar emocional y social de los empleados, que en el último tiempo ha mostrado un marcado descenso. De acuerdo a la “Encuesta de Actitudes de Beneficios Laborales”, elaborada por la aseguradora WTW (anteriormente llamada Willis Towers Watson), ambos indicadores bajaron significativamente en nuestro país.
Así, el estudio arrojó una fuerte caída entre los trabajadores chilenos que se sienten socialmente conectados con su entorno (como amistades, familias y colegas), que pasaron de un 33% a un 20% entre el 2019 y el 2022. Es decir, solo un trabajador de cada cinco se siente conectado en la actualidad.
El sondeo, que entrevistó a 1.012 trabajadores en Chile, también mostró que las personas que reportaron sentirse emocionalmente balanceados experimentaron una disminución de 53% a 46%.
En lo social, Trinidad Covarrubias, consultora senior de bienestar de WTW para América Latina, cuenta que la pandemia repercutió fuertemente. “Trajo consigo un aislamiento sin igual, a nivel familiar, comunitario y laboral, con empleados que vieron afectadas sus redes de apoyo y ese contacto directo con los colegas, que permitía sobrellevar mejor el día y distenderse, trabajar colaborativamente y brindarse apoyo en momentos estresantes, lo que a su vez repercute directamente en el bienestar emocional”, complementa.
Respecto al bienestar emocional, la experta explica que la caída en este indicador se atribuye al cansancio acumulado por las precauciones asociadas al virus, a los duelos, a la compatibilidad entre roles familiares y laborales, a la incertidumbre sobre el regreso a la oficina “y hoy, a volver a cambiar una rutina ya adoptada cuando se trata de volver a lo presencial”.
Y si bien la pandemia tuvo su incidencia, no fue el único aspecto que repercutió en la caída de estos indicadores. Para Covarrubias, la incertidumbre política nacional y mundial, y la crisis financiera también habrían incidido. “Esto, junto con la pandemia, se traduce en que los colaboradores manifiestan que a menudo sienten que no pueden controlar las cosas importantes de sus vidas, que no están yendo como ellos quisieran”, añade.
Diferencias por generación e ingresos
Por tipo de generación se observan fuertes diferencias en los indicadores. De hecho, en los trabajadores “boomers” el bienestar emocional llega a 67%, mientras que entre las personas pertenecientes a la llamada generación “Z”, dicho indicador cae a 33%.
En el bienestar financiero también se observa una amplia diferencia entre ambos segmentos. En el primero este indicador llega a 50% y en el otro a 23%.
Según precisaron desde WTW, estas diferencias tienen relación, principalmente, con que los jóvenes manifestaron en mayor medida estar viviendo del sueldo mensual (43%) y no tener capacidad de pago de las cuentas, arriendos o créditos universitarios.
“Esto podría asociarse al mayor costo de los precios y créditos que la situación financiera trae consigo y que repercute, especialmente, en las generaciones más jóvenes por percibir los menores ingresos. Adicionalmente, un 64% de los empleados indica que la pandemia ha empeorado, fundamentalmente, las perspectivas a largo plazo de los trabajadores más jóvenes”, comentaron.
Al observar los indicadores según los ingresos de los trabajadores consultados, se puede ver que los más perjudicados han sido los empleados con salarios más bajos, aquellos que perciben menos de $700.000.
Si bien este segmento mostró un incremento en su bienestar financiero (pasando de 24% a 33%), sufrieron descensos en los otros tres aspectos consultados: físico (44% a 42%), emocional (44% a 38%) y social (28% a 16%).
“El bienestar está interrelacionado entre todos los pilares, por lo que las preocupaciones en un ámbito conllevan repercusiones en los demás. Las inquietudes financieras afectan el comportamiento de los empleados, impactando los otros ámbitos”, cuenta Covarrubias.
Para la vocera, el bienestar emocional del trabajador chileno resulta preocupante comparado con el del empleado del resto de la región. “A nivel latinoamericano, se ha ido restableciendo, presentando un incremento de 49% a 50% entre el 2019 y el 2022”, cierra la experta.