La tensión marcó ayer la reunión que sostuvieron la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, y los diputados y senadores oficialistas que integran las comisiones del sector.
Seis legisladores participaron del encuentro en la sede de la cartera: los diputados Osvaldo Andrade (PS), Tucapel Jiménez (PPD), Patricio Vallespín (DC) y Denise Pascal (PS), además de los senadores Juan Pablo Letelier (PS) y Adriana Muñoz (PPD).
Todos manifestaron reparos a las indicaciones presentadas por el Ejecutivo al proyecto de ley de reforma laboral y concordaron también en que la propuesta que faculta, al empleador, a realizar “adecuaciones necesarias” de horarios y turnos durante la huelga “abre la puerta” a un reemplazo interno. “No estoy de acuerdo con que se transgreda uno de los elementos centrales del proyecto, que es permitir que la huelga en Chile sea efectiva”, expresó Muñoz, quien adelantó su rechazo a esta indicación, cuando se vote mañana en la comisión de Trabajo del Senado.
La inquietud de los parlamentarios es que los empleadores incorporen “muchas” labores en los contratos, únicamente para poder reemplazar funciones cuando los trabajadores voten la huelga. Un legislador graficó sus temores con el siguiente ejemplo: “En un supermercado, está bien que una cajera que no está en huelga pueda reemplazar a una que sí lo está, pero no corresponde que un reponedor o un guardia asuma ese puesto. Eso es reemplazo interno en la huelga”, expresó.
Andrade reforzó la idea, señalando que “el gobierno tiene la convicción de que no hay espacio para el reemplazo interno tal y como está planteada la indicación y hay otros que tienen preocupaciones”.
Las críticas, sin embargo, no terminaron ahí. Legisladores de la Nueva Mayoría cuestionaron las multas por prácticas antisindicales (catalogadas como “irrisorias” en el caso de medianas y grandes empresas), la calificación de servicios mínimos y equipos de emergencia, y que no se sancione como práctica antisindical la contratación de personal antes y durante la negociación colectiva, entre otros puntos.
Ante los reparos, la ministra Rincón respondió, según coincidieron parlamentarios, que la indicación que permite “adecuaciones necesarias” no es un reemplazo interno. A esta defensa del proyecto se sumó el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, quien aseguró que “la reforma laboral trata de compatibilizar distintos aspectos de equidad y eficiencia”. Y añadió: “Todos hemos cedido respecto de lo que uno tiene como su ideal de reforma, pero no ha terminado la discusión”.
Donde sí hubo acuerdo fue en los plazos. Se ratificó que el lunes 4 o martes 5 de enero se debe votar el proyecto en la sala del Senado, y una semana después retornar a la Cámara de Diputados. Eso sí, “todo lo resolverá una comisión mixta”, según concordaron en la NM.
Gremios siguen molestos
El presidente de la CPC, Alberto Salas, reiteró ayer que las indicaciones son “un avance bien menor”, que no solucionan el tema de fondo, que es avanzar hacia un mercado laboral más competitivo.
En la vereda opuesta, la CUT pedirá una nueva reunión con la presidenta Michelle Bachelet, quien, al ser consultada por su supuesta ausencia del debate de las reformas, no quiso responder. La multisindical evalúa, también, movilizaciones en Santiago y Valparaíso.
trabajadores DC emplazan a pizarro por ajustes
Un tenso encuentro se dio ayer en el consejo nacional de la Democracia Cristiana (DC). En la sede del partido el vicepresidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Nolberto Díaz (foto), leyó una carta del Frente Nacional de Trabajadores democratacristianos dirigida principalmente al presidente de la colectividad, Jorge Pizarro, donde se puso de manifiesto una dura crítica frente al papel ejercido por algunos personeros de la colectividad en las indicaciones presentadas por el Ejecutivo al proyecto laboral.
En la misiva se hace mención al punto seis de la declaración pública del Consejo Nacional Ampliado realizado en noviembre, donde se señaló que "el partido asume el desafío de avanzar en el fortalecimiento del movimiento sindical, respaldando la reforma a las relaciones laborales (...) sobre lo relativo a titularidad sindical, extensión de beneficios, piso mínimo y no reemplazo de trabajadores en huelga".
Acto seguido, se expresa que "tanto las indicaciones llamadas pro pyme como otras indicaciones presentadas por senadores DC no han sido jamás conocidas, debatidas ni menos aprobadas en ninguna instancia del partido".
Por esto, agregan, "como lo hicieron nuestros diputados, los senadores DC y con mayor razón el presidente del partido, tienen el deber político y moral de asumir la posición oficial del partido, la que debe primar por sobre toda otra consideración u opinión personal".
Finaliza el escrito asegurando que lo aprobado por la Cámara de Diputados es "el mínimo aceptable" que debe contener el articulado y cualquier retroceso es contrario a los acuerdos del partido, "no cuenta con el apoyo de la CUT y será rechazado por los trabajadores".
Por ello, dicen esperar que "los camaradas senadores no cometan el desatino de exponer a la DC a esta grave situación y requerimos que el Consejo Nacional ratifique nuestros acuerdos en esta materia y se instruya a los senadores sobre el particular".
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