Más del 50% de los chilenos mantiene una evaluación negativa de la gestión de las reformas impulsadas por el gobierno. Así lo reveló la segunda edición de la encuesta "Otra mirada ciudadana", elaborada en conjunto por Chile 21y Criteria Research.
El estudio, realizado entre el 10 y 30 de diciembre pasado, muestra que es el proyecto educacional el que lidera el item de las reformas mal evaluadas, seguida por la tributaria; mientras que la laboral y constitucional empatan en un 52%.
En constraste con lo anterior, el sondeo revela que los potenciales beneficios asociados a las reformas superan ampliamente los supuestos perjucios que provocarían dichos cambios.
Así, sobre el 70% de los encuestados dice que el proyecto laboral mejorará "la imagen de Chile en el mundo, el empleo y el crecimiento económico", una imagen similar se repite para la reforma tributaria, aunque en este caso los entrevistados se encuentran en el 60%.
Estos datos, dice la directora del programa de calidad de la política de la Fundación Chile 21, Gloria de la Fuente, muestran que "las personas no tienen una mirada negativa de las reformas, sino de la forma cómo éstas se han gestionado desde el punto de vista político".
De la Fuente agrega que lo anterior también deja en evidencia "la falta de diálogo con distintos actores que ha existido tras la discusión de las reformas para aunar voluntades y poder avanzar en iniciativas que gusten en general a toda la gente".
Es que en el detalle, lo que para la experta constituyen más bien los aspectos técnicos, se puede observar de acuerdo al sondeo que la ciudadanía evalúa positivamente varios de los contenidos de los proyectos.
Así por ejemplo, en materia de reforma laboral, el estudio muestra que un 90% dice estar de acuerdo con que "todos los trabajadores deberían tener derecho a conformar sindicatos, sean de empresas grandes o pequeñas", o que "la huelga es un derecho de los trabajadores que debe respetarse".
Más debatible, en tanto, parece ser el tema de la exclusividad de la negociación colectiva, pues mientras un 46 % dice estar en desacuerdo con que "los sindicatos debieran ser los únicos que pueden negociar colectivamente con los empresarios, sin posibilidad de que lo hagan grupos paralelos", un 51% dice estar de acuerdo.
Respecto a la evolución de lo que es la reforma laboral, la encuesta también evidencia una pequeña caída entre quienes apoyan la iniciativa, entre octubre y diciembre pasado. Así, si bien se mantienen en un 30 % quienes creen que se debe permitir a los empresarios el reemplazo de trabajadores en huelga, pasó de un 94% a 90% quienes consideran que la ampliación de beneficios sindicales debe ser acordada entre trabajadores y empleadores. De igual manera baja de un 83% a 81% los que opinan que para resguardar los derechos de los trabajadores es necesario fortalecer los sindicatos.