La ex ministra de Educación durante el primer período de la presidenta Michelle Bachelet y actual diputada DC, Yasna Provoste, es una de las representantes de la disidencia de su partido y se ha posicionado como una férrea defensora de la reforma educacional del gobierno, desmarcándose de los reparos que han surgido desde su colectividad al proyecto. Ad portas de la discusión en particular de una de las iniciativas clave del sistema escolar, la parlamentaria asegura que la oposición puede confundir a la opinión pública, pero no impedirá que el gobierno siga adelante con las transformaciones prometidas.
-La ex ministra de Educación Mariana Aylwin, también de la DC, criticó que el gobierno ha tensionado el sistema por medidas que no tendrán efecto en la práctica. Dice por ejemplo, que son pocos los colegios que lucran…
-Entonces si son tan pocos los que lucran no veo cuál es el problema de terminar con el lucro.
-Pero en ese caso, si es que fuesen pocos, ¿cómo se justificaría el gasto que compromete el proyecto para terminar con el lucro?
-Aquellos que creen que en este sistema está demás hacer la discusión del lucro, creen entonces que no es importante para la calidad de la educación que al menos $US 400 millones al año se vayan al bolsillo de algunos sostenedores en lugar de reinvertirse. Los que creen que esta discusión, respecto de los tres principios que hemos planteado, es una pérdida de tiempo, lo que verdaderamente ocultan es su deseo de que se mantenga la segregación de escuelas para ricos y escuelas para pobres. La gran mayoría de los chilenos dijo con mucha claridad que no era tolerable que el sistema educacional se moviera con esos valores.
- ¿Cómo se explica entonces que ahora esa mayoría de chilenos se oponga a la reforma según las encuestas?
-Aquí ha habido una estrategia comunicacional que realmente ha impactado y ha logrado confundir a la opinión pública. Pero nosotros no tenemos ninguna confusión: avanzaremos cumpliendo con un compromiso de campaña, porque eso prestigia la política, y porque tenemos la profunda convicción de beneficiar a la gran mayoría de chilenos, por sobre los pequeños grupos de interés que con la reforma han visto amenazado el negocio que han sostenido por mucho tiempo.
-Entonces ¿el resultado de los sondeos serían producto del manejo comunicacional de la oposición?
-También hay que hacer la autocrítica de que nosotros no nos hemos comunicado adecuadamente. Pero nadie puede desmentir que los opositores a la reforma han reaccionado buscando voceros para defender sus intereses con puras excusas.
-¿Respecto de qué se estaría excusando la oposición?
-Sería mucho más válido que admitieran que prefieren seguir siendo un país segregado, que decir que están en contra de la reforma. Es mejor que digan derecha y llanamente que se sienten cómodos en un país con oportunidades de acuerdo al bolsillo, al apellido y a la cuna. Esa es la discusión que está de fondo.
Críticas de la Alianza
-La Alianza ha sostenido que con el fin del copago quedarían 500 mil alumnos que hoy se educan con $140 mil –entre la subvención estatal y su aporte por estar en un colegio que cobra copago alto- que tras la reforma, se educarían con $120 mil.
-Eso hay que ponerlo en contexto. Yo haría la pregunta al revés, ¿cuántos de esos recursos se invierten hoy en la educación? Hoy no sabemos cuánto de lo que pagan las familias va destinado al enriquecimiento del sostenedor y cuánto a la tarea educativa. Tenemos plena certeza de que si hoy esos recursos se obligan a destinar a la educación, nos vamos a encontrar con más de una sorpresa y habrá un impacto significativo en la calidad. En ese contexto, esa preocupación por $20 mil está demás.
-También se critica el congelamiento de la apertura de nuevos colegios particulares subvencionados, ¿cuál es el objetivo de esa medida?
-Los que consideran que la educación es un mercado, pueden decir que es un mercado muy desregulado porque cualquiera se levanta un día y se pregunta qué hacer, si una panadería o un colegio, y obviamente decide por un colegio, si total, tiene el ingreso seguro del Estado. Si alguien quiere crear un nuevo colegio y recibir la subvención, tiene que haber un paso previo y es que el establecimiento demuestre al Mineduc que no existen opciones para cubrir una demanda insatisfecha de matrícula. Si el Estado con plata de todos los chilenos va a invertir en educación, al menos, algo tendrá que decir.
la inquietud dc respecto de los mecanismos del proyecto
-En la comisión DC que usted integra y que trabaja en indicaciones al proyecto, ¿qué opinan respecto de que el Estado arriende el inmueble a los sostenedores en vez de comprárselo?
-Creemos que el Estado debe tener la capacidad de comprar, pero en casos excepcionales. Hay que empujar a que el sostenedor sea propietario del inmueble, pero hay que buscar los caminos para llegar a eso. ¿Qué diferencias existen al interior de su partido en relación a estos mecanismos? Las diferencias son muchas menos de las que se cree que existen. He valorado mucho los acuerdos a los que hemos llegado.
-¿Qué se discute en torno a la subvención?
-En este proyecto, hay vacíos en cómo mejorar la subvención. Hay que subir la subvención con énfasis en niños con necesidades especiales.
-¿Cuál es la discusión respecto de una "adecuada retribución" a los sostenedores?
-Es súper legítimo que tengan remuneración, pero que no quede duda que no torceremos la voluntad mayoritaria que pide una sociedad con otras reglas.
-Pero, ¿es importante retribuir a los sostenedores?
-Si es una alternativa para llevar adelante este proyecto, hay que verlo. Vamos a revisar la propuesta que nos haga el gobierno, porque respecto de este tema no hemos tenido ninguna propuesta aún.