Hasta la Fiscalía de Las Condes llegaron esta mañana los diputados de Renovación Nacional Marcela Sabat y Diego Paulsen, acompañados por el abogado Eduardo Riquelme, para entregar una denuncia por un posible cohecho de Sebastián Dávalos –hijo de la Presidenta Michelle Bachelet- mientras se desempeñaba como asesor de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon) en 2012.
"Por la boca muere el pez", comentó Paulsen tras realizar el trámite en el Ministerio Público. Y es que según el parlamentario fue a través del propio Dávalos –y la versión que entregó al fiscal Luis Toledo en el marco de la investigación por la compra de terrenos en Machalí- que "pudimos constatar la posibilidad del delito de cohecho. ¿Y por qué lo decimos? Porque en su declaración él establece claramente que mientras era funcionario público de la Direcon, prestó servicios a Caval".
"Y no solo eso", continúa Paulsen, "sino que también tuvo una reunión en el Hotel Hyatt con el empresario Gonzalo Vial, donde se reunió con empresarios de Singapur, coincidente con los mercados que él manejaba en la Direcon, que son el Asia Pacífico y por tanto en el supuesto de que él haya recibido un pago por esta gestión y en el supuesto de que el señor Dávalos a raíz de su función pública haya tenido acceso a esta información y a concretar esta reunión estaríamos ante el delito de cohecho".
"Nosotros desde RN no vamos a permitir que ningún funcionario público, aunque se el mismísimo hijo de la Presidenta de la República, saque un provecho económico de su función pública", sentenció Paulsen.
Por su parte la diputada Sabat, aseguró que "la Presidenta no debió haber nombrado como encargado sociocultural de la Presidencia a su hijo, sabiendo que posiblemente tenía relaciones con privados mientras trabajaba en la Dirección Económica como funcionario público y sostenía relaciones con empresas privadas".