La escasez que sufre la UDI de figuras presidenciales, en comparación con sus socios de RN, y la estrategia de su timonel, Ernesto Silva, de lanzar la carrera interna para llegar con un abanderado a las municipales de 2016, desató el interés de algunos parlamentarios y el debate en la colectividad acerca de si será oportuno o no adelantar tanto este proceso. Más aún cuando los detractores de la idea estiman que el partido debiera abocarse a hacer oposición, pues algunos creen que hasta ahora sólo está reaccionando a la agenda del gobierno.
Sin embargo, en la tienda opositora se comenta que algunos de los mencionados por Silva, cuando habló del tema, se lo tomaron bien en serio. Uno de ellos es el vicepresidente y senador Iván Moreira, quien explicitó su interés de convertirse en la carta de la UDI para el 2017 y ya está trabajando en ello. Según la última encuesta Plaza Pública-Cadem un 5% de su sector lo considera el mejor abanderado, superando al ex timonel Juan Antonio Coloma, que marca sólo un 1%, con quien Moreira ha tenido públicas diferencias. También se impone al ex presidenciable Joaquín Lavín, que marca 3% y sólo la última abanderada de la derecha, Evelyn Matthei, lo supera por cuatro puntos como la mejor postulante de su partido, con 9%.
Una medición que animó a Moreira, quien, pese a estar fuera del país, puso la encuesta en su cuenta de twitter y en menos de 140 caracteres dijo que “estamos comenzando, este es el primer paso en el camino de las mil millas. Gracias por el apoyo. Primarias presidenciales UDI”. Con ello da cuenta de la formalidad con que se está tomando la posibilidad de convertirse en el representante del gremialismo para las presidenciales del 2017. De hecho, ya circula un afiche de campaña, adelantándose a otros eventuales aspirantes a participar de una primaria interna.
Liderazgo competitivo
Para un amplio sector de la UDI tanto las cifras como la idea de lanzar la campaña al interior de la colectividad “son muy preliminares”, porque esperan que surjan otras figuras. Argumentan que no es bueno para el partido adelantar este proceso, pero el presidente está conforme de que su estrategia vaya tomando forma, más allá de los nombres que hayan saltado al ruedo. E insiste en que “si la UDI no es proactiva en esta materia se le va a hacer muy difícil tener un liderazgo competitivo” llegado el momento. Si bien está consciente de que esta competencia “puede generar tensión interna” también lo está de que “es necesario dejar que florezcan los liderazgos” y que, finalmente, “hacer tiene riesgos, pero no hacer nada tiene más riesgos”.
Para Silva, la campaña interna permitirá que los liderazgos que surjan asuman “un rol nacional, lo que es positivo para los temas de los que la UDI quiere hablar y confío en que los liderazgos entiendan que tienen que estar al servicio de un proyecto superior”, aún cuando siempre hay razones para postergar un proceso como éste, es necesario hacerlo desde ya, asegura.