P. Gallardo / J.C. Prado
Justo cuando el Banco Central hacía pública su decisión de intervenir el dólar, sonó el celular del senador UDI, Hernán Larraín. Al otro lado de la línea, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín le comunicaba directamente la noticia al parlamentario, quien esa misma mañana había emplazado al gobierno para que apelara ante el instituto emisor en pro de una acción decisiva que apuntalara el precio del dólar, en caída libre hace semanas. Petición hecha en el Comité Político que recibió el respaldo de los senadores de RN Alberto Espina y José García Ruminot. La llamada del jefe de las finanzas públicas no fue casual, ya que su respuesta al parlamentario dejaba entrever que en Teatinos 120 estaban concientes de la cercanía de la medida, pero que no podían dar mayores datos porque "debían respetar la autonomía del Central". Ese día y posterior al anuncio, el propio jefe de las finanzas públicas reconocía: "Es indudable que hemos venido haciendo labores de coordinación con el presidente del Banco Central, además de la participación del ministro de Hacienda en las reuniones del Consejo del Banco, hemos tenido otras reuniones conocidas y desconocidas porque hemos venido siguiendo esta coyuntura y lo que significa para distintos sectores del país".
Dichas palabras se alinean con los distintos mensajes emitidos por el presidente del Banco Central José de Gregorio, en que admitía que la divisa se encontraba cerca del límite inferior de los niveles de tendencia, preparando el camino para una posible acción. Así fue como en una de las últimas reuniones realizadas entre las autoridades económicas y monetarias, y que tuvo lugar en el Banco Central el 24 de diciembre, la intervención se dio prácticamente por zanjada.
De ahí en adelante las aguas se calmaron. Como era de esperar, esta semana el valor dólar repuntó y la presión que habían ejercido los partidos políticos se transformó en una aprobación general a la medida.
Nuevo foco: Hacienda
Recién con la intervención, el Banco Central pudo respirar más tranquilo. Ya había hecho lo que todos exigían y, al parecer, a tiempo. De Gregorio y los consejeros tomaban palco con la sensación de la tarea cumplida. Sin embargo, no era suficiente. De inmediato, se comenzaron a escuchar voces que pedían más. El foco, ahora, se trasladaba a Hacienda. Y es que la medida no logró detener el trabajo que venían realizando herméticamente un grupo de senadores para consensuar un documento con propuestas sobre la materia. La senadora de DC, Ximena Rincón, encabeza la redacción del texto y si bien valora la determinación del Central, adelanta que no es la único que se puede hacer. Hay un conjunto de medidas adicionales que vamos a proponer para que como país definamos cuál es el modelo de desarrollo al que queremos apuntar. (...) Cualquier estrategia no puede seguir apostando sólo al cobre, advierte. La iniciativa, agrega, podría ser entregada al Ejecutivo la próxima semana, pues ya están en los puntos finales y en la etapa de revisión conjunta con los demás senadores para que el planteamiento llegue con total acuerdo a La Moneda. Horas antes de la intervención, el grupo almorzó para encargarle la elaboración del documento. Para este trabajo, los senadores reunieron a un destacado grupo de economistas, entre los que se cuentan Roberto Zahler, Alejandro Foxley, César Barros, Andrés Sanfuentes, Patricio Arrau y Ricardo Ffrench-Davis. Este último revela la inquietud que existe entre los integrantes respecto de la diversificación del modelo exportador y el riesgo de que se profundice la concentración en el sector minero. Por eso, adelanta que las propuestas buscarán incorporar de mejor manera los recursos del royalty al resto de la economía nacional. Esto, complementa, tendría alcances tributarios y también en el mercado de capitales que financien este tipo de actividades.
S
uma y sigue
Pero al escritorio de Felipe Larraín no sólo llegará la propuesta de los senadores. También estarán sobre su mesa en los próximos días los planteamientos que Hacienda está coordinando directamente con la Sofofa y la Sociedad Nacional de Agricultura.
A ello se sumarán las iniciativas que en materia de competitividad está diseñando el Ministerio de Economía con varios gremios productivos.
Todos esos documentos confluirán en el despacho del presidente Sebastián Piñera, quien deberá definir "con sentido de urgencia" el camino que seguirá el gobierno frente a la caída del dólar.