Los ex presidentes de Chile, Eduardo Frei y Ricardo Lago hicieron un llamado a impulsar un programa lo más ambicioso posible de inversión en infraestructura, dadas las actuales circunstancias económicas.
Agrupados en el Consejo de Política de Infraestructura, los ex mandatarios hicieron un llamado al Estado a reaccionar, a la brevedad, ante la situación macroeconómica que atraviesa el país, impulsando proyectos que reviertan esa dinámica, destinando los recursos públicos que se necesiten y reimpulsando la inversión privada en infraestructura.
Asimismo, hicieron notar que debido a las restricciones presupuestarias del Fisco y las múltiples obligaciones del Gobierno para con la ciudadanía, la alternativa es incentivar con mayor profundidad la inversión privada en infraestructura pública.
Para el conjunto de los consejeros, existe una cantidad muy importante de recursos privados en instrumentos de ahorro a largo plazo que debieran canalizarse hacia la infraestructura productiva y de servicios, de modo de: reactivar la economía, generar mayores condiciones productivas en el país y resolver problemas pendientes en la calidad de nuestros servicios públicos, como hospitales, cárceles, vías exclusivas para el transporte público, inversiones necesarias para la integración urbana, entre otras.
También declararon imprescindible incluir, entre las alternativas para canalizar inversión privada, potenciar el uso del ferrocarril como alternativa real para el transporte de carga y de pasajeros, en un contexto de déficit energético, de exigencias ambientales y de demanda creciente por mayor calidad de servicios en el transporte.
Los miembros del Consejo de Política de Infraestructura, destacaron que Chile tiene una profunda experiencia de seriedad en la relación contractual, entre el sector público y el sector privado, que permite llevar adelante formas de asociación para canalizar ahorro privado hacia la inversión en infraestructura pública, de diferentes características y en distintos sectores. Hoy es absolutamente imprescindible que esta experiencia se ponga al servicio de lo que el país hoy demanda: una mayor inversión que permita recupera el ritmo de crecimiento de la actividad económica y del empleo, localizada en infraestructura pública de calidad, que contribuya a mejorar las condiciones de vida de todos sus habitantes.