"Extremadamente positiva". Así define Claudia Serrano la experiencia de Chile en la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), a cinco años de ingresar al denominado "club de los países ricos".
La embajadora chilena ante el organismo comenta desde su oficina en París que el país ha ido a "enseñar" en varias materias, como la responsabilidad fiscal y la reducción de la pobreza, pero aún está pendiente en varias materias. Por lo mismo, en esta entrevista realiza un balance ponderado de los avances que ha logrado el país y los temas aún pendientes en este quinto aniversario.
- Uno mira que cada vez que aparecen rankings, como desigualdad y educación, Chile se ubica siempre en la parte baja.
- Eso no nos puede sorprender. Somos una economía emergente, sólo dos países latinoamericanos forman parte de la OCDE y hay un conjunto de indicadores en los cuales estamos abajo cuando nos rankean.
Chile tomó una decisión exigente, que da cuenta de un momento histórico de una pequeña economía abierta, que busca mejorar su competitividad, su regulación y sus políticas públicas, y que tuvo el coraje de compararse con los mejores, como Finlandia, Alemania, EEUU, Japón. Fue una decisión que da cuenta de que no nos está pasando algo malo, sino muy bueno.
También quisiera decir que no en todos los indicadores nos ubicamos en último lugar. Tenemos resultados más positivos en crecimiento, en empleo, en esperanza de vida, en mortalidad infantil. Pero, por supuesto, no estamos bien en desigualdad, en resultados educacionales, en porcentaje del PIB que se gasta en innovación y ciencia, etc. Es ahí donde tenemos cosas que aprender y mejorar.
- ¿Qué ha ganado el país? ¿Se quitó el velo, dando cuenta de que nos queda mucho por avanzar?
- Más que quitarle el velo al país, yo daría vuelta esa afirmación: para ser aceptados como miembros, pasamos por años de reformas normativas, regulatorias, mejoras en la calidad de nuestras estadísticas, etc., un largo proceso que incluyó reformas legales y administrativas.
Entonces, corrimos el velo y uno puede mirar el vaso medio vacío o medio lleno: desde la perspectiva del vaso lleno, corrimos el velo de mostrarnos como un país serio, confiable y que tiene todos los atributos para estar en una conversación de igual a igual con países y economías consolidadas.
Ahora, si lo miramos desde el punto de vista del vaso vacío, nos falta mucho para estar en los promedios OCDE. Pero hay que destacar que hemos recibido durante estos años muchas recomendaciones en materia de políticas públicas que nos sirven.
También sería más justo mirar la trayectoria de Chile en los rankings. En estos años, en prácticamente todos los indicadores nos hemos ido desplazando hacia el promedio, lo que da cuenta del desempeño que está teniendo Chile en materia económica y social y, posiblemente, también como resultado de las recomendaciones que nos hace permanentemente la OCDE.
- ¿Qué visión ha encontrado sobre el país?
- He confirmado que existe un inmenso respeto de la comunidad internacional por Chile. Ellos visualizan un país pequeño, una economía pequeña en tamaño, pero sólida en sus logros económicos y sostenida en su capacidad de crecer. No les sorprende que un país latinoamericano tenga deudas en materia de desigualdad.
- En Chile llama mucho la atención que a nivel internacional haya una mejor percepción del estado de la economía que a nivel interno.
- Yo creo que eso tiene que ver con una refriega política, más que con posiciones estrictamente económicas.
Nuestro desempeño económico es sólido y sostenido. Es cierto que el crecimiento ha sido afectado debido a tendencias económicas internacionales principalmente. Pero nuestro desempeño es extremadamente responsable y exitoso, sobre todo si se lo compara con el resto de los países OCDE, que en crecimiento tienen mucho que envidiarle a Chile y América Latina. Entonces, más bien lo atribuyo a un análisis de muy corto plazo.
"La reforma laboral es hija de las recomendaciones OCDE"
Mucho antes de arribar a su actual puesto como embajadora de Chile ante la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), Claudia Serrano tuvo una larga carrera en el servicio público en Chile, que tuvo como cúspide su rol como ministra del Trabajo entre fines de 2008 y marzo de 2010.
Por lo mismo, la socióloga se da el tiempo en esta entrevista para analizar uno de los principales tópicos de debate hoy en el país: la reforma laboral, presentada a fines de diciembre por la ex ministra Javiera Blanco y hoy continuada por la nueva titular de Trabajo, Ximena Rincón.
El proyecto acaba de ser despachado desde la comisión de Trabajo de la Cámara a la de Hacienda para su análisis.
Serrano defiende en general el proyecto, señalando que está en plena concordancia con la visión del organismo internacional.
- La OCDE planteó que Chile debe avanzar en reducir las indemnizaciones por años de servicio, promover la participación laboral femenina y perfeccionar el seguro de cesantía. Estos temas no están hoy en la reforma laboral. ¿Debieran incluirse?
- No están en la reforma laboral, pero algunos de estos temas están en la agenda del gobierno. Fortalecer la participación femenina en el mercado laboral está en el programa de gobierno, el link entre seguro de desempleo e indemnización por años de servicio está bajo el título de flexibilidad laboral. Ese es un tema que esta reforma no incluye efectivamente, pero quiero decir que esta reforma es hija de las recomendaciones OCDE. El 2009 recomendó fuertemente fortalecer la capacidad negociadora de los sindicatos y tratar de minimizar el clima de desconfianza ideológica que rodea cualquier posibilidad de concertación social en Chile.
- O sea, ¿la OCDE da su apoyo a la reforma laboral como está conceptualizada hoy?
- Absolutamente, la reforma laboral tal cual es presentada hoy se condice plenamente con recomendaciones de la OCDE. No se ha recogido el tema de flexibilidad laboral, pero ese es otro asunto.
Financiamiento de la política
Claudia Serrano ha estado siguiendo los últimos acontecimientos en Chile, marcados por escándalos como Penta, Caval y SQM que pusieron de manifiesto la compleja relación entre dinero y política y los vacíos legales en la manera de financiar dicha actividad.
La embajadora señala que no se le ha consultado "mucho" sobre este tema, aunque es enfática en advertir que el debate sobre el financiamiento de la política está presente en varios miembros del organismo. "Más que los casos Penta y SQM, existe una cierta turbulencia por el tema del financiamiento de la política, algo que es demasiado común en nuestras democracias. En ese sentido, no somos un país especial. Lo mismo sucede en otros países, incluso en la misma Francia", asegura la socióloga.
"La OCDE tiene grandes líneas de trabajo sobre este tema, pero Chile no es un país que destaque para nada por este ruido que se ha presentado en los últimos meses por el financiamiento de la política", plantea Serrano.