La mayor “discrecionalidad” que tendrá el Servicio de Impuestos Internos (SII), producto de las nuevas facultades fiscalizadoras que le entrega el proyecto de reforma tributaria, fue la principal preocupación que expuso el ex presidente del B. Central, Carlos Massad, ante los senadores.
Quien liderara la institución en dos períodos distintos, junto con advertir que la reforma tendrá efectos “indudables en la economía”, señaló que las nuevas facultades fiscalizadoras “afectarán a todos los contribuyentes” y han generado un aumento en la “irritación” de los contribuyentes con el sistema. “Nuevas atribuciones dejarán sin defensa al contribuyente, aumentarán los costos de los juicios y, por consiguiente, la irritación de los contribuyentes”.
En este sentido, advirtió sobre los eventuales incentivos “perversos” que tendrían los fiscalizadores del organismo con las nuevas facultades. “La facultad fiscalizadora del SII -expuso- sería incompatible con la discrecionalidad, ya que se podría buscar un premio por cumplir metas pasando a llevar los derechos de los contribuyentes”.
En este sentido, propuso la creación de una defensoría del contribuyente que sea gratuita para los aportantes de menores recursos. “Hay que hacer un esfuerzo por reducir la discrecionalidad del SII”.
Siguiendo con Impuestos Internos, el economista también señaló que el régimen de renta atribuida, al igual que las nuevas atribuciones, son una fuente de “inseguridad” para el sistema tributario.
“La actitud más abierta que ha tenido el Ministerio de Hacienda ha ayudado a calmar los ánimos. Escuchar otras propuestas ayuda a reducir las tensiones por la reforma”, destacó.
Un punto que generó interés en los senadores fue la propuesta de Massad de avanzar en “igualar” las tasas de impuesto para las personas y las empresas, lo que -señaló- haría “innecesario” e “irrelevante” el FUT y la retención del 10% para los socios de sociedades anónimas.
“Hay formas alternativas para lograr los mismos objetivos. No vale la pena concentrar toda la discusión sobre el ahorro, la inversión y la elusión en el FUT”, sugirió el también ex ministro de Estado.
Dudas sobre depreciación
Massad también señaló tener “dudas” sobre la efectividad del mecanismo de depreciación instantánea para compensar el fin del FUT, dado que generaría una “discriminación” entre el capital físico y el intangible, como el capital humano. “Por esa parte, el FUT, por ejemplo, no discrimina entre ambos tipos de capital. Me gustarían incentivos menos específicos que logren integrar todos los aportes al crecimiento, como los del capital, el trabajo y la tecnología”, dijo.
Admitió que es natural e “inevitable” la consecuencia macroeconómica de un traspaso de recursos tan grande desde el sector privado al público. “El proyecto efectivamente logrará mejorar la distribución del ingreso, pero hay que considerar también los impactos que tendrá a nivel macro”, señaló.