Cinco tomos anexos con mapas, tratados, cartografía y diversos documentos acompañarán la contramemoria que en los próximos días presentará Chile ante la Corte Internacional de La Haya por la demanda marítima boliviana.
El texto que fue redactado por un grupo especial compuesto, entre otros, por Ascanio Cavallo, Joaquín Fermandois y Gabriel Gaspar, fue conocido ayer por la presidenta Michelle Bachelet.
"Este es un trabajo de altísima calidad, coordinado, hecho por expertos, por juristas internacionales y nacionales, por profesionales que están detrás de la contramemoria, y hemos enfrentado esta demanda y este desafío, a través de lo que ha sido una política de Estado invariable en nuestro país", comentó la mandataria.
En el salón rojo del palacio de La Moneda y flanqueada por el canciller Heraldo Muñoz y el agente chileno José Miguel Insulza, la jefa de Estado hizo un llamado a la calma.
"Yo quisiera reiterar a nuestros compatriotas que la soberanía de nuestro país no está en juego, de ninguna manera, y que en esta fase vamos a demostrar, más allá de toda duda, que no existe ninguna obligación de negociar" una salida al mar, advirtió.
Documento sólido
La contramemoria chilena vino a estar terminada a tres años de que Bolivia recurriera a La Haya (lo hizo el 24 de abril de 2013), exigiendo que nuestro país negociara una salida soberana al mar con ellos. Cuestión que respaldaron con sus argumentos el 15 de abril de 2014, cuando presentaron su memoria.
Ayer sin embargo, y tal como lo hiciera la Presidenta de la República, el canciller Muñoz aseguró que "la soberanía territorial ni marítima del país" está en juego con este proceso.
"Lo que hay es una discusión con respecto a si las conversaciones que tuvieron lugar a través de la historia entre Bolivia y Chile constituyen una obligación, cuestión que nosotros decimos que no corresponde, porque es de la naturaleza de las relaciones internacionales el sentarse a escuchar y tener intercambios diplomáticos", subrayó el secretario de Estado.
Respecto al contenido del texto valoró el trabajo que realizó el equipo liderado por José Miguel Insulza.
"Como lo ha dicho la Presidenta, es un documento sólido tanto desde el punto de vista jurídico como histórico", recalcó el canciller.
Y agregó: "Estamos tranquilos, como siempre hemos estado, más aún cuando aquí no hay nada fundamental para Chile en juego. El tratado de 1904 no está en cuestión".
Una vez que Chile entregue oficialmente la contramemoria (que está siendo impresa y empastada) Bolivia podrá responder a través de un documento llamado réplica, que también puede ser contestado mediante una dúplica.
Luego de ese procedimiento, tanto Chile como Bolivia podrán dar a conocer sus argumentos a través de sus abogados, quienes tendrán la posibilidad de realizar una exposición ante los jueces de la corte en los "alegatos orales". Tras eso, el tribunal fijará una fecha en que dará a conocer la sentencia.
"Están desorientados"
Pero los roces con el país altiplánico no paran. Ayer el canciller Muñoz respondió a Evo Morales, quien aseguró que el primer triunfo boliviano en el litigio por el Silala se había producido cuando el tribunal registró la demanda "por las aguas" y no porque fuera un río internacional.
"Ellos han quedado muy desorientados por la demanda y no me extraña que digan cuestiones que nada tienen que ver con el fondo", aseguró el ministro.
Consultado por la supuesta visita que el canciller boliviano, David Choquehuanca, hará a los puertos de Arica, Iquique y Antofagasta, Muñoz dijo que no ha tenido información.
"Cualquier visita en condición de turista es bienvenida, puede venir a ver como el puerto de Arica está en un 90% funcionando para la carga boliviana y cómo Chile cumple de manera escrupulosa el contenido del Tratado de 1904", afirmó.