Fue uno de los más duros cuando se supo de las asesorías de Insunza. Dice que se sintió "decepcionado" de su actuar. Ahora también tiene muchas dudas en torno al rol que tuvo el ex ministro Rodrigo Peñailillo en la recaudación de fondos que hubo en la supuesta pre campaña. Por lo mismo, le pide al ex jefe de gabinete que explique con la máxima claridad en qué gastó la plata que habría pedido a nombre de Bachelet. El diputado Pepe Auth, en conversación con DF, también analiza la caída libre que está sufriendo la Presidenta en las encuestas, no hay fondo, afirma
-¿Qué tan dañado ha quedado el PPD con dos ministros caídos del comité político?
-El PPD efectivamente ha sido afectado por la salida de dos de sus ministros, que aunque fueron nominados exclusivamente por la presidenta de la República y no propuestos por el partido, de alguna manera su caída daña al partido porque es difícil explicar que el PPD no tuvo ninguna injerencia en su nombramiento.
-Que los partidos no participen en el proceso de los nombramientos, ¿qué le parece esta forma que tiene La Moneda de nombrar ministros?
-La única ocasión en que fue de otra manera es la constitución del gabinete de Patricio Aylwin en que el presidente era expresión de una coalición, efectivamente no había tampoco ejercicio previo de los distintos liderazgos y por lo tanto el Presidente tampoco estaba obligado a conocer a todo el mundo. En consecuencia, fue un gobierno de partidos, pero de ahí en adelante se ejerce la atribución presidencial, y está en el diseño institucional. Es decir, el Presidente tiene la responsabilidad exclusiva sobre quiénes nombra.
-¿Qué lecciones se pueden sacar tras la salida de Jorge Insunza?, usted fue uno de los que pidió su salida.
-La primera lección es que no se puede improvisar la decisión de la conformación del gabinete. No puede ser que tú en una noche determines que alguien es ministro y a la mañana siguiente este asuma.Incluso agravado por el hecho de que hubo cien horas para terminar decidiendo de manera improvisada. Es bueno tomarse su tiempo, pero no públicamente. Los cambios de gabinete se hacen, no se anuncian. Quisiera que todo ese proceso fuera privado y que desembocará en que una mañana le pidan la renuncia y en la misma tarde asuman, como ha sido casi siempre. Porque los intervalos de vacío gubernamental, son fatales, son dañinos. Los tiempos que te das para el cambio de gabinete tienen que ser en función de un diseño, cuando uno tiene un diseño uno examina distintas piezas posibles. Lo que faltó acá fue el diseño, porque la decisión a última hora de sacar a un diputado habla de improvisación.
-¿Usted sabía que tenía estas asesorías?
-Por lo que conozco a Jorge, hace más de 20 años, es que siempre supe que era un profesional consultor, por lo tanto había vivido de eso durante muchos años. Yo también tuve una consultora y no me extraña que él tenga contratos con empresas, pero nunca pensé que había mantenido contratos de asesorías con empresas y menos me imaginé que no pudiera él, como experto en opinión pública, identificar el problema existente entre tener un contrato y venderle un servicio a una empresa minera y al mismo tiempo ser miembro y presidente de la comisión de Minería, lo digo esto con mucho desencanto y decepción.
Las explicaciones de Peñailillo
-¿Qué explicaciones son las que deberá dar el ex ministro Peñailillo, sobre su rol en la supuesta pre campaña, tanto a la opinión pública como ahora ante el Ministerio Público?
-Tiene que explicar qué se hizo con los recursos obtenidos. Lo primero que tenemos que conocer es lo que dice, quien sabemos ya recaudó recursos por una vía completamente irregular (Martelli), y tenemos que saber quién se los pidió y para qué. Quién le pidió que transfiriera tanto a tal entidad y tanto a tal otra persona. Conocido eso, tenemos que saber qué hizo el que se los pidió y por qué hizo lo que hizo. No tengo explicación alguna para que entre septiembre y diciembre de 2012 se hayan recaudado recursos para una campaña que no tenía candidata y que además no existió, por lo menos yo no la vi.
-En abril de 2012 ya se habrían pedido apoyos...
-Y mientras más antes este apoyo, más inexplicable. En el PPD no estuvimos seguros que venía Bachelet hasta fines de enero de 2013. No había ninguna razón para invertir ningún solo peso, aun si alguien hubiera sido un narrador omnisciente que iba a ser candidata, qué razón había para gastar si tenía el 99% de conocimiento, 60% de intención de voto y no tenía rival en el horizonte. Qué se hizo con esa plata y por qué se puede haber pedido. Por eso yo le creo a la Presidenta cuando dice que yo no pedí que juntaran plata, por qué iba a pedir.
-El vocero de gobierno, Marcelo Díaz, habló de que Peñailillo había sido un "articulador" de la campaña de Bachelet, ahora bien, ¿qué pasa si se comprueba que toda esta articulación no fue pedida por la Presidenta y qué los recursos fueron a parar a otros lados?
-Me imagino que si se consolida esa idea, la decepción de la Presidenta será grande. Si lo inexplicable termina explicándose de mala manera, me imagino que la decepción presidencial será tan grande, porque hubo una compañía previa de varios años y hay confianzas de por medio.
-La Presidenta está cayendo sostenidamente en las encuestas, ¿tocó fondo o aún hay el llamado voto duro que la puede salvar?
-No hay fondo. En política siempre podría ser peor. Cada vez son más pequeños los votos duros y los que están dispuestos a apoyar a alguien independientemente de cómo lo haga. Perfectamente puede ser peor el escenario de las encuestas para la presidenta, pero también mejor.
-¿Cómo puede recuperar la confianza, uno de los atributos que eran una de las mayores fortalezas que tenía Bachelet?
-La Presidenta en la pregunta sobre confianza tiene un 40%. Piñera llegó a tener un 30%, claro nunca fue un punto fuerte de Piñera la confianza. Hace poco la desconfianza en Bachelet superó a la confianza. Esa situación también ocurrió ya después del Transantiago, las cifras son un poco más malas ahora que en esa ocasión, pero tampoco tanto más mala. El problema es que en esa época no estaba comprometido todo el sistema y eso hace la diferencia. Al final, la credibilidad del sistema en su conjunto era mayor, por lo tanto la confianza en una persona era más fácil de recuperar. Hoy digamos que para que se recupere la confianza en la Presidenta tenemos que hacer todos nosotros cosas, porque es difícil que se recupere la confianza en la Presidenta sin alguna recuperación de la confianza en el conjunto del sistema político, porque son todas las figuras institucionales las que están con poca confianza. Es como que se cayó la excepción que había resistido en ese ámbito. Ella tiene que hacer esfuerzo importante y por eso ha puesto tanto énfasis en la agenda de modernización y transparencia de la política y los negocios.
"Hacienda es quien pone los límites"
-¿Observa que existe un magro panorama de incertidumbre hoy en el país que pueda seguir escalando?
-Esta incertidumbre está hoy incidiendo en la economía, lo dijo el otro día el ministro Valdés en la comisión de Hacienda: la política ha contaminado a la economía y concuerdo con ello. Si se mide el índice de confianza que se hace regularmente, en enero iba en alza, porque el gobierno se estaba afirmando, se habían aprobado las reformas, estaba alineada su fuerza parlamentaria, pero a partir de marzo, caso Caval, se observa el desplome de la credibilidad de la Presidenta y luego aún más con la sucesión de irregularidades, primero la UDI y después la NM.
-¿Es bueno que Valdés sincere este escenario para la economía?
-Claro que sí, tuvimos una muy buena relación con el ex ministro Arenas, pero es evidente que él fue uno de los artífices del programa, era parte del liderazgo político programático y no cumplía el rol tradicional que cumplen los ministros de Hacienda que es ponerle límites a las decisiones políticas, el contrapeso necesario. El nombramiento de Valdés repone ese esquema clásico: que el ministro de Hacienda es quien pone lo límites, el que dice no vamos a sacar la máquina de imprimir billetes, tampoco vamos a gastar sino tenemos una expectativa de recuperarlos. Que es de alguna manera imprescindible para la seriedad del desarrollo de los países.
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