Mientras los sectores más conservadores de la Democracia Cristiana pretenden evitar que la colectividad comprometa sus votos para aprobar el proyecto del gobierno que despenaliza el aborto en tres causales, sacando a colación el viejo debate acerca de las órdenes de partido, el secretario nacional, Víctor Maldonado, asegura que los parlamentarios tendrán libertad de acción en esta materia. Otros dirigentes, en tanto, advierten que no sería bueno para el falangismo repetir el episodio que terminó con la expulsión del ya fallecido ex senador Adolfo Zaldívar.
Justo cuando la DC atraviesa un complicado período de renovación interna, el documento "Conciencia y Comunidad en un Partido Político" de Sergio Micco y Eduardo Saffirio, sacó a la luz un debate que hace días se viene produciendo soterradamente en las filas del partido, evidenciando de diferencias que conviven al interior de la DC ante el respaldo a la iniciativa del gobierno de despenalizar el aborto en tres causales: Riesgo de vida para la madre, inviabilidad del feto y violación.
Para Maldonado el tema está zanjado, por cuanto sus parlamentarios "tendrán libertad de acción" para votar en conciencia este proyecto y tiene la convicción de que todos los partidos oficialistas harán lo propio.Incluso sostiene que "nosotros pensamos que el proyecto de ley de la Presidenta retoma la tradición democrática de Chile de dar la flexibilidad para que la vida sea respetada en la práctica en las condiciones en que se pueda dar. Quien puso la inflexibilidad de una norma no consultada con nadie, impuesta el último día antes de abandonar la dictadura fue Pinochet", recordó.
Malestar transversal
El vicepresidente falangista Fuad Chahín sostiene que el documento de sus camaradas sugiere que concurrirán al Tribunal Supremo del partido, invocando el acuerdo del Congreso Ideológico de 2007, que se pronunció contra el aborto, para obligar a los parlamentarios a votar el proyecto del Ejecutivo en esa misma línea; sin embargo, recuerda que, por un lado, "las órdenes de partido están prohibidas" y, por otra parte, los legisladores "tiene el deber y el derecho de votar en conciencia e informadamente" cada iniciativa.
Chahín cree que el escrito de Micco y Saffirio "es un gran documento para el debate", pero advierte que en el Congreso Ideológico, igual que ahora, hubo distintas visiones en el marco del debate sobre el aborto. Incluso advierte que no quisiera que a partir de este tema se repitiera el episodio que terminó con la expulsión del ahora fallecido ex timonel y ex senador Adolfo Zaldívar que, en junio de 2007, se negó a aprobar el proyecto que inyectaba US$ 290 millones al Transantiago.
Más duro aún que Chahín resultó otro vicepresidente de la DC, Gabriel Silber, quien tampoco tomó bien que se pretenda hacer vinculante a la votación de los diputados y senadores falangistas la resolución del Congreso Ideológico. Al punto que, a través de su cuenta de twitter, sostuvo que "la Inquisición se instala en la DC, expulsión a los parlamentarios que votemos despenalización del aborto en tres causales!! Qué ridículo...".
Por la misma vía, el diputado Matías Walker, advierte que "como jefe de bancada defenderé nuestra libre obligación de legislar. No aceptaré amenazas de expulsión del partido, de la Iglesia o de la NM", clara señal de que la idea cayó mal en las filas DC.