Pauline Vial: la petrolera que lidera empresarios
En mayo renunció al directorio de la Clínica Las Condes donde reemplazó a Jaime Mañalich. Lo hizo para acompañar a Bernardo Larraín en UNE, el grupo de empresarios que busca la “construcción de un nuevo Chile”. Preside 3 directorios y controla su compañía Tompetrol, que distribuye combustible en la VI y VII Región.
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Hace seis meses Pauline Vial Comber (37) recibió el llamado de Diego Fleischmann. "Te queremos como directora ejecutiva de UNE", le dijo al otro lado del teléfono el ex ASECH y fundador de este grupo de empresarios y emprendedores que busca promover un nuevo diálogo con la sociedad civil. La propuesta, dice ella, la tomó por sorpresa.
La agenda de la ingeniera comercial de la Universidad Católica contemplaba cinco reuniones mensuales con el directorio de la Clínica Las Condes, donde llegó en marzo de 2019 convirtiéndose en la directora más joven de la firma. Fue fichada cuando Jaime Mañalich renunció para ser ministro de Salud. Y, en noviembre, asumió la presidencia de la compañía de seguros CLC en reemplazo de Andrés Navarro.
Cuenta que su objetivo en la mesa controlada por Auguri, la oficina familiar de Cecilia Karlezi, "era dar un nuevo aire potenciando la experiencia del usuario e incentivando el uso de la tecnología". Esto, en medio de un juicio entre el cuerpo médico y controladores. Y, los efectos que trajo la pandemia.
En octubre asumió el cargo en UNE. "Me entusiasmó la idea de participar en un proyecto país. Mi experiencia en la CLC fue extraordinaria, tengo una visión optimista de lo que hace la institución en la industria y en lo personal fue una oportunidad para el futuro".
Emprendedora incansable
Aficionada a los newsletters de tecnología como Fast Company y ávida lectora de biografías, dice que, aunque no para y le dedica gran parte su tiempo a sus 4 hijos, siempre se da un espacio para la lectura. Ex alumna del Colegio Los Andes de Santiago, reconoce haber sido un dolor de cabeza para sus profesoras.
"¡Por favor anda a darte una vuelta corriendo antes de entrar a clases!", le decían. Hasta el día de hoy no ha dejado de correr, eso sí, de manera profesional. Quedó seleccionada para participar en la Maratón de Boston -el año pasado estuvo en la de Berlín- pero producto de la pandemia no pudo asistir.
Tras egresar en 2007, trabajó tres años como consultora estratégica en Insight Partner Group donde asesoró a firmas del mundo del retail y de otros sectores productivos. Motivada por hacer algo propio con un enfoque social, tras el terremoto de 2010 creó su primer emprendimiento: Energy Style. La idea era importar de manera masiva desde Estados Unidos casas listas para instalarlas en la zona de mayor destrucción. Habló con la entonces ministra de Vivienda y Urbanismo Magdalena Matte, pero "la idea no se concretó porque la licitación se demoró mucho y resolvieron la urgencia de otra forma", confiesa Vial.
A menor escala, la compañía siguió funcionando por un par de meses: trajeron la tecnología norteamericana, la implementaron en 30 casas en la zona central y cerró el negocio en 2013. Por dos años volvió a la consultoría estratégica, esta vez del rubro inmobiliario hasta donde llegó a convertirse en la gerenta general de Portofino. En paralelo quiso emprender nuevamente.
Se asoció en enero de 2016 con Amalia Rivera y crearon UMA, una productora de snacks saludables. Pero, nuevamente algo falló. El capital inicial de 30 millones que había invertido -materializado en 200 cajas de snacks bodegadas en la comuna de Independencia- desapareció una noche de junio de 2017 producto de un robo. "Tuvimos que despedir a los cuatro empleados que teníamos. Decidimos cerrar porque vimos que era muy difícil escalar y comprar en las mismas condiciones que los grandes".
Fintech petrolera
Meses antes del robo de los snacks, en abril de 2017, le compró -en $800 millones- a su suegro, una distribuidora de combustible diésel que manejaba en las regiones de O'Higgins y del Maule. "Si no se tratara de un crédito blando en el que tengo la oportunidad de pagar en cuotas hubiese sido imposible", reconoce.
Así se convirtió en la única dueña de Tompetrol y su primer foco fue subirla al carro digital. Implementó un sistema de scoring de crédito en línea con sus potenciales clientes que le permite saber cuánta capacidad de pago tienen y distribuirles combustibles para sus empresas combinado con un seguro.
Emitiendo cerca de 20 facturas diarias con un ticket promedio de 2 mil litros de combustible, la "fintech petrolera", como le llama su dueña, anda sobre ruedas. Los números son azules y espera facturar cerca de las UF 100 mil este año. "Es un rubro súper masculino, pero me manejo bien entre hombres, he tenido excelentes jefes que han entendido que la libertad de horario y la maternidad son lo primero para mí. Con esto, mi llamado es a impulsar el trabajo femenino".
Estaba en pleno proceso de digitalización de Tompetrol, organizando su aterrizaje en Puerto Varas y estudiando un MBA digital en la Quantics School of Business -en la que quedan seleccionados 200 personas de 200 mil postulantes- cuando recibió la oferta para convertirse en la directora ejecutiva de UNE. Desde agosto, la militante Evópoli, organiza el trabajo de 19 personas, entre ellas Juan Sutil, Matías Claro y Carmen Luz Assadi, quienes trabajan en tres líneas: temas país con miras a generar políticas públicas, reactivación económica y sostenibilidad y gobernanza corporativa.
Esto para generar una plataforma de diálogo entre emprendedores y empresarios con la sociedad civil y recoger buenas prácticas a lo largo del país y llevarlas a la opinión pública. "Queremos lograr un impacto real y profundo en esta nueva hoja de ruta que tomó Chile. La invitación es a unirnos para plasmar en la nueva Constitución buenos modelos de políticas públicas", concluye Pauline.