El impulso de la Unión Europea para simplificar las regulaciones e impulsar la competitividad no debilitará los objetivos del bloque en materia de cambio climático, declaró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Von der Leyen habló este miércoles después de que la Comisión publicó un plan para impulsar la competitividad de la UE. Esta es la primera de una serie de políticas comunitarias para apoyar a las industrias, en un intento por contrarrestar la promesa del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de eliminar la regulación.
La jefa del órgano ejecutivo europeo dijo que Bruselas tendrá que adaptar sus normas a medida que las industrias emprendan la transición hacia energías limpias, pero que esto no implicará debilitar sus objetivos de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en un 55% a 2030, y reducirlas a cero a 2050.
“Las metas (climáticas) se mantienen, el objetivo se mantiene, pero queremos alcanzarlo mejor y más rápido. Y para eso tenemos que reducir la complejidad”, dijo Ursula von der Leyen.
“Mantenemos el rumbo. Los objetivos (climáticos) son inamovibles”, declaró en conferencia de prensa. “Las metas se mantienen, el objetivo se mantiene, pero queremos alcanzarlo mejor y más rápido. Y para eso tenemos que reducir la complejidad”.
Presión de empresas y gobiernos
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha puesto presión sobre las autoridades europeas para reducir la burocracia, y ha hecho más notorias las diferencias en cómo abordar el cambio climático.
Al asumir la semana pasada, Trump paralizó el financiamiento de tecnologías limpias por parte del Gobierno estadounidense y abandonó el acuerdo climático de París.
Von der Leyen afirmó que el plan europeo para impulsar la competitividad no está reñido con su agenda verde, ya que ambos pretenden ampliar la fabricación local de tecnologías limpias y energías renovables. Sin embargo, las grandes empresas y los gobiernos nacionales están haciendo crecientes llamados a simplificar la regulación para atraer más inversión.
El último en referirse al tema fue el presidente europeo del grupo estadounidense de petróleo y gas ExxonMobil, Philippe Ducom, quien dijo que “muy poco” de los 30 mil millones de euros que había destinado a la inversión en tecnologías, como el hidrógeno y la captura de carbono, llegaría a Europa como resultado de su “regulación frívola, excesiva y cara”.
“Mucho de lo que Europa está haciendo es intentar hacer lo correcto, pero hacerlo de la manera incorrecta”, afirmó Ducom a Financial Times.
La semana pasada, los líderes empresariales en Davos instaron a von der Leyen a aliviar rápidamente la carga regulatoria sobre las empresas. Un ejecutivo dijo que Europa estaba “perdiendo competitividad cada día”, mientras que otro aseguró que era imperativo cambiar la percepción de los financistas estadounidenses que consideraban que Europa no era “invertible” en este momento.
El mismo Trump criticó la legislación de la UE como “muy engorrosa” en un discurso en video ante el Foro Económico Mundial la semana pasada, en el que también atacó al bloque por su régimen fiscal y comercial y promocionó su propia campaña de desregulación.
Von der Leyen ha hecho de la simplificación de los informes de sostenibilidad un objetivo central de su segundo mandato al frente de la UE. Pero al igual que las empresas, los gobiernos están cada vez más preocupados por salvaguardar la competitividad del bloque.
Entre los países que están ejerciendo cada vez más presión está Francia, que pidió la semana pasada una “pausa regulatoria masiva” sobre la legislación que abarca todo, desde productos químicos hasta directivas financieras.
Por su parte, el canciller alemán Olaf Scholz, que enfrenta elecciones en febrero, escribió a la Comisión Europea este mes para solicitar un retraso de dos años en las normas más estrictas de informes de sostenibilidad corporativa, que comienzan a entrar en vigor a partir de enero de este año para las empresas más grandes.
Estas acciones marcan un cambio radical por parte de los líderes de la UE, que antes habían respaldado que se aplicaran normas más estrictas a las empresas para alentarlas a abordar los efectos del calentamiento global.
Brújula de competitividad
El plan presentado este miércoles -y que fue denominado Brújula de Competitividad- identifica tres áreas de acción para los próximos cinco años: reducir la brecha de innovación; una hoja de ruta conjunta para la descarbonización y la competitividad; y reducir las dependencias excesivas y aumentar la seguridad.
De acuerdo al documento, los tres pilares se complementan con cinco facilitadores horizontales. El primero es la simplificación mediante la reducción drástica de la carga regulatoria y administrativa para las empresas.
A eso se suma la reducción de las barreras al mercado único a través de una Estrategia Horizontal para el Mercado Único. Asimismo, se financiará la competitividad mediante la creación de una Unión Europea del Ahorro y la Inversión.
Otro de los ejes será la promoción de las capacidades profesionales y el empleo de calidad mediante una Unión de las Capacidades. Por último, se establece una mejor coordinación de las políticas a escala nacional y de la UE mediante la introducción de una Herramienta de Coordinación de la Competitividad.