La revolución liderada por el avance de la Inteligencia Artificial (IA) ha provocado un aumento exponencial en el consumo energético de las empresas tecnológicas: mientras en 2024, los centros de datos usaron el 2% de la energía mundial para funcionar, este nivel de consumo se duplicará el próximo año y para 2030 se espera que pase a representar el 8% de la demanda mundial.
Esta tendencia ha impulsado una carrera energética en busca de suministro eficiente que está detrás del renacer de la apuesta por la energía nuclear en un número significativo países, por lo cual expertos proyectan que las inversiones globales en este sector superarán los US$ 75.000 millones en los próximos cinco años.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que la demanda por energía nuclear continúe aumentando con los años, impulsada principalmente por el desarrollo tecnológico. Para este año se prevé récord para la esta industria con la integración de 70 giga watts (GW), alcanzando el nivel más alto de generación de energía en los últimos 30 años y con más de 40 países con planes de reabrir o construir reactores nucleares como fuente de energía estable.
“El auge de la energía nuclear responde a varios factores, como el aumento en la demanda de electricidad impulsada por la digitalización, la búsqueda de seguridad energética ante la volatilidad geopolítica y la necesidad de fuentes de energía confiables y bajas en emisiones”, explicó la analista de mercados de XTB Latam, Emanoelle Santos.
Los centros de datos jugarán un papel clave en este auge. Un estudio del Bank of America prevé que esta infraestructura digital aumentará un 44%, pasando de 5.800 recintos en 2024 a 8.400 puntos al término de la década. Esto provocaría un incremento de 30% en la producción de energía a nivel mundial al término de la presente década, superando los 30.000 Teravatios hora (TWh).
“La inteligencia artificial, los centros de datos y otras tecnologías disruptivas requieren una cantidad significativa de energía, lo que ha llevado a gobiernos e inversionistas a considerar la energía nuclear como una solución viable para garantizar un suministro estable y sostenible a largo plazo”, concluyó el subgerente de estudios de Capitara, Ricardo Bustamante.
Los factores de cambio
Tras los desastres de Chernobyl (1986) y Fukushima (2011), las principales naciones del mundo comenzaron a cerrar las centrales nucleares por el temor de la población a sufrir un desastre producto de la radiación. Sin embargo, el escenario en el caso de Europa empezó a cambiar en 2021 cuando sufrió una de las peores crisis energéticas de la historia producto de la sequía en China, tormentas de frío en EE.UU. y las sanciones a Rusia, que provocaron un déficit energético lo que aumentó hasta 15 veces el precio del gas, impactando en el crecimiento económico.
Esta coyuntura abrió un debate en el Viejo Continente sobre la necesidad de contar con fuentes de energías estables y sin emisiones de carbono. Esto provocó que a fines de 2023, en el marco de la COP 28, las principales naciones del mundo presentaran a las fuentes nucleares como la solución al déficit energético, por lo que 25 países firmaron un acuerdo para triplicar la capacidad en este tipo de energía a 2050 en relación al 9% que actualmente representan de la generación a nivel mundial.
Así, Bank Of America concluyó que tras una sostenida valorización de los activos de la energía eólica y solar para alcanzar un máximo de US$ 22.000 millones en 2021, desde entonces han perdido casi un 75% su valor.
Por el contrario, las inversiones en energía nuclear han venido aumentando a niveles de US$6.000 millones durante el año pasado, superando a las energías dependientes del viento y el sol, que el 2024 se situaron en US$ 5.600 millones.
El nuevo auge de la energía nuclear viene impulsado principalmente desde China, que durante los últimos 15 años pasó de 11 reactores a 58, con otros 29 en construcción. A su vez, Japón, firmó un inédito compromiso el pasado 18 de febrero, para promover la reactivación de los reactores nucleares parados y la reconstrucción de otros antiguos, lo que aportaría 36 centro a la generación de energía, algo inédito para un país que en 2011 implementó una política de reducción de estas instalaciones.
“China es líder indiscutido en inversión nuclear y se proyecta que supere a EEUU y Europa en capacidad instalada para 2030. Por su parte, Rusia domina el mercado de enriquecimiento de uranio y Francia ha revertido su política de reducción nuclear, apostando por nuevos reactores”, indicó Santos.
La apuesta de las tecnológicas
La AIE detectó que las cuatro grandes tecnológicas -Amazon, Microsoft, Google y Meta-, duplicaron su consumo energético entre 2017 y 2021, lo cual ha impulsado la inversión de estas compañías en energía nuclear. En el septiembre pasado, Microsoft firmó un acuerdo para reabrir un reactor en Three Mile Island, Pennsylvania, mientras que Amazon está construyendo un campo de datos junto a una central nuclear en el mismo estado.
A eso se suma la estrategia desplegada por Oklo, empresa que ha impulsado una nueva era en el desarrollo de la energía nuclear con reactores modulares pequeños tipo SMR, los que tienen una capacidad de potencia eléctrica de 300 MW -capaz de abastecer a más de 100 mil personas- y que son mucho más maniobrables y seguros que las centrales convencionales. Presidida por Sam Altman -CEO de OpenAI-, Oklo ya firmó contratos para proporcionar más de 12 GW a 2044 a Switch, que opera los data centers de Google, Nvidia, Tesla, PayPal, JP Morgan Chase, entre otras compañías.
“Los reactores SMR son la nueva era de la energía nuclear, porque permiten simplificar significativamente la operación en países que ya tienen una componente nuclear dentro de su matriz energética (...) lo vemos como una tendencia que va a simplificar, va a abaratar y, va a permitir acceder a energía más barata”, aseguró Francisco Basalto, presidente de la Asociación Nacional de Data Centers y director general de Equinix Chile, empresa de data center con presencia en más de 30 países.
En noviembre pasado, las principales empresas desarrolladoras de energía nuclear -como Cameco, Oklo, NuScale, Constellation y BWX Technologies-alcanzaron sus máximos históricos en la bolsa tras las acuerdos cerrados con diferentes empresas tecnológicas. En este marco, Oklo ha cuadruplicado su valor bursátil en el último año.
La mirada desde Chile
En Chile existen dos reactores nucleares experimentales, los cuales solo tienen fines científicos y no de generar energía eléctrica. Pese que han existido planes por avanzar en la generación de energía nuclear para el sistema eléctrico, las iniciativas no han avanzado.
“Va a llegar el momento en que va a ser necesario ver si efectivamente como país estamos dispuestos a avanzar en una fuente de energía que, hasta ahora, se ha demostrado que es segura eficiente y amigable con el medio ambiente” aseguró Basalto.
Además, agregó que Chile cuenta con el desarrollo técnico, pero esta energía no es apoyada por la ciudadanía lo que dificulta su desarrollo.