El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desestimó una recesión en el país, después de las caídas de los últimos días en Wall Street a raíz de la incertidumbre frente a la guerra comercial
“No lo veo en absoluto”, respondió el mandatario en una conferencia, agregando que “creo que este país va a prosperar”. Asimismo, indicó que los mercados “van a subir y van a bajar. Pero, ¿saben qué? Tenemos que reconstruir nuestro país”.
Momentos antes, la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, minimizó las inquietudes, afirmando que “estamos en un período de transición”. Sobre las bajas de las bolsas, indicó que “son una foto instantánea de un momento”.
Ambos comentarios se dieron horas antes de que Trump asistiera a la Mesa Redonda Empresarial en Washington, instancia en la que se reunió con 100 directores ejecutivos de compañías estadounidenses, entre estas Apple, JPMorgan Chase y Walmart. También se da un día después de que el Presidente sostuviera un encuentro con los altos mandos de empresas tecnológicas.
En la reunión con los ejecutivos, Trump defendió sus políticas y afirmó que beneficiarán al país e impulsarán el traslado de empresas a EEUU.
Vaivenes arancelarios
Durante el día, el mandatario también dio pie atrás a la escalada arancelaria con Canadá. En la mañana del martes había amenazado con imponer un gravamen de hasta el 50% a todo el acero y aluminio canadiense que se importe al país, como represalia ante el arancel impuesto por la provincia de Ontario a la electricidad exportada a EEUU.
“Esto entrará en vigor MAÑANA POR LA MAÑANA, 12 de marzo. Además, Canadá debe eliminar de inmediato su arancel antiamericano para los agricultores del 250% al 390% sobre varios productos lácteos estadounidenses, que durante mucho tiempo se ha considerado escandaloso”, anunció Trump.
Pese al tono amenazante, una fructífera negociación ente el primer ministro de Ontario, Doug Ford, y el secretario de secretario de Comercio, Howard Lutnick, hizo que el mandatario cambiara de opinión.
Se repite así la dinámica que ha generado nerviosismo interno, respecto a las consecuencias económicas de la incierta política comercial exterior de Washington.
Sin embargo, en medio de lo que muchos califican de caos, la Casa Blanca salió a aclarar más tarde que Canadá igual enfrentará el arancel de 25% que desde este miércoles aplicará al acero y aluminio en general, una medida que había sido anunciada con anterioridad.